El presidente del CES pide a Ibarretxe que le destituya ya

Antxón Lafont, presidente del Consejo Económico y Social de Euskadi (CES), no quiere completar su mandato, que termina en marzo de 2009, porque considera que la entidad está "mutilada" tras la marcha de ELA y LAB, y porque su sistema de funcionamiento impide desarrollar el trabajo diario. Ayer divulgó que el pasado octubre envió una carta al lehendakari Ibarretxe poniendo el "cargo a su disposición".

La salida de ELA y LAB han dejado "mutilado" al órgano sociolaboral

El presidente del CES, que se encuentra atrapado en un puesto en el que no quiere estar, no ha recibido respuesta de Ibarretxe, a quien ha pedido una audiencia con el fin de que su destitución se produzca "en el plazo más corto posible". Lafont, que fue propuesto hace tres años por los sindicatos ELA y LAB, aseguró que desde el principio quiso preservar su independencia y trabajar para que el organismo funcionara. Tras destacar que no quiere ser "un notable que no moleste" en un puesto sin funciones, dijo que ha pedido la destitución al lehendakari porque es la persona que le designó a propuesta del consejo.

En una larga comparecencia ante la prensa en Bilbao, Lafont señaló que su deseo de marcharse es un mero efecto de la situación que atraviesa el organismo, pero que lo importante son las "causas". Tras insistir en que nadie se acordará de su paso por el CES, valoró que no existe una voluntad política de reformar la ley y el reglamento del CES. Señaló que en el Parlamento se tienen todos los datos, recogidos en la ponencia sobre los órganos sociolaborales, pero que en su última comparecencia los grupos le comunicaron que no tienen intención de emprender un cambio.

"¿Qué significado tendría el CES si aprueba un dictamen con la ausencia de Confebask? Para mí, no tendría valor ninguno", señaló para ilustrar sobre la situación que se produce con la salida de ELA y LAB, que suponen el 60% del grupo sindical. Lafont indicó que no es aceptable un sistema de funcionamiento que permite no sólo que un grupo (patronal, sindical y social) pueda imponer su veto en la adopción de una decisión, sino que permite impedir la remisión a la institución solicitante de la parte de un dictamen que sido ya consensuada porque una parte sencillamente se niega. "Es difícil crear un ambiente de consenso", señaló, y puso como ejemplo que una ocasión se tiró a la basura un dictamen de 1.200 líneas porque había discrepancias en cuatro.

Pese a que en su primera intervención dejó entrever que el detonante de la salida de ELA y LAB del CES fue la falta de acuerdo para celebrar una jornada de debate sobre la Y ferroviaria, al ser preguntado expresamente sobre esta cuestión dijo que no lo fue. Confebask puso como condición para que se organizara el debate, solicitado por esos sindicatos, que previamente se condenaran los ataques de ETA a las empresas que desarrollan la obra. Lafont, que condenó claramente cualquier ataque, aseguró que era una pena que se hubiera hurtado un debate social de interés.

El CES presentó ayer su memoria de actividades en 2007. Recibió 23 solicitudes de dictamen (12 en 2006) procedentes del Gobierno vasco sobre distintas normativas y aprobó seis dictámenes. Lafont lamentó que el Parlamento no plantee consultas al CES y señaló que ha mandado una carta al Gobierno mostrando la "insatisfacción" del organismo sobre el momento en el que se le consulta. Dijo que muchas veces no se hace en el momento adecuado, sino de forma prematura. El pasado año, hasta cinco veces.