_
_
_
_

Vizcaya entrega los pisos que promueve tras cuatro años

Bilbao insta a cambiar la ley para acabar con los retrasos urbanísticos

Han hecho falta cuatro años, jalonados por una agria polémica sobre las competencias entre el Gobierno y la Diputación de Vizcaya. La institución vizcaína presentó ayer los primeros pisos de su Plan Foral de Vivienda, que recibirán sus propietarios en pocas semanas. "Aquí están", enfatizó el diputado general, José Luis Bilbao, delante de los 14 pisos construidos en Abanto. Forman parte del grupo de 153 que se entregarán hasta finales de año en nueve municipios de Vizcaya, según los datos de la Diputación. Otras 436 casas del plan se encuentran en construcción en 12 localidades, y, si se cumplen las previsiones, estarían disponibles entre este año y 2010.

"No podemos pasar tres años moviendo papeles antes de empezar las obras"

Bilbao agregó que otras 314 se hallan en proyecto y sin fecha de entrega, por lo que cifró el número de viviendas en marcha del plan foral en 1.003.

Este millar queda bastante lejos de las previsiones de la iniciativa. Bilbao anunció en 2004 que estarían concluidas 2.700 nuevas viviendas para 2007. Y tampoco se cumplirá su promesa electoral de ofrecer un total de 3.000 pisos para 2011.

La Diputación achaca estos retrasos a los trámites burocráticos, fundamentalmente la adaptación de los planes urbanísticos municipales. Por eso, José Luis Bilbao instó a todas las instituciones implicadas a que reflexionen al respecto, en una clara sugerencia de la necesidad de un cambio de la normativa. "No podemos pasar tres años moviendo papeles antes de empezar a construir", recalcó. Los responsables forales tienen en concreto dos promociones en Trapagaran, de 760 viviendas, y en Ortuella, de otras 700, que llevan paralizadas tres años al no aprobarse los respectivos planes municipales urbanísticos.

Bilbao, quien recordó las críticas del Departamento de Vivienda, de EB, a su proyecto -"que si teníamos la competencia, eran viviendas para ricos y que íbamos a dar dinero a los constructores"-, precisó que todos los pisos del plan foral, con superficies de entre 70 y 90 metros cuadrados, costarán de 138.000 a 180.000 euros. "Hemos desmostrado que se puede construir por ese precio", dijo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Ese coste se consigue porque, en muchos casos, el suelo es municipal o foral y los ayuntamientos renuncian casi siempre a sus derechos urbanísticos y al cobro de las licencias de obras, mientras que tampoco existe un beneficio industrial. "No se llega a la mitad del precio de una vivienda en el mercado libre", señalaron fuentes forales. Los pisos se dirigen de forma preferente a los menores de 35 años y se conceden a través de los sorteos organizados por los ayuntamientos, sistema al que se opuso la consejería de Madrazo, pero que ayer fue defendido por Bilbao. "Es una adjudicación transparente", resaltó.

La Diputación señaló que el millar de viviendas ejecutadas o en proyecto suman un coste total por obras de 157 millones de euros, a los que habría que añadir la cifra que no se cobra por los permisos, la disposición de suelo o los gastos generales de gestión y de adelanto del dinero que hace la institución foral para pagar a los constructores de los inmuebles.

El diputado general instó además a huir de las pugnas partidarias en esta iniciativa. "No se trata de quién se pone las medallas, sino de que existan promociones, se puedan sortear, la gente joven las pueda utilizar y que resolvamos un problema social muy importante", indicó.

El plan foral no tiene ningún límite de actuaciones, según señaló la diputada de Urbanismo y Transporte, Itziar Garamendi: "Estamos abiertos a lo que nos pidan los ayuntamientos y nosotros también vamos viendo zonas dónde actuar". La Diputación aseguró que existen promociones para otras 2.549 viviendas que se encuentran en la fase de las modificaciones urbanísticas antes de la elaboración de los proyectos.

A ello se añaden tres promociones más con 252 pisos que están pendientes de cambios en el planeamiento municipal, mientras que en se estudia la viabilidad de otras seis, que sumarían 420 pisos.

Una larga polémica

La Diputación de Vizcaya presentó públicamente en 2004 su Plan Foral de Vivienda, basado en ofrecer pisos más caros que los protegidos, pero por debajo de los precios del mercado libre. El Departamento de Vivienda criticó con dureza lo que consideraba una invasión de competencias.

El enfrentamiento se agudizó en 2005, cuando la consejería anunció que recurriría tres promociones a los tribunales. La situación se recondujo con la aprobación de la ley de Suelo, tras lo cual Vivienda prometió retirar las denuncias.

El pasado año, siguieron los enfrentamientos y el consejero, Javier Madrazo, instó a la institución foral a promover pisos sociales y con una calificación permanente de vivienda protegida que evite la especulación. El diputado general, José Luis Bilbao, señaló ayer que los pisos ya terminados "no son para ricos, como se ha dicho". Preciso que costarán entre 138.000 y 180.000 euros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_