Aguirre calienta el debate sobre las bodas gays: "Yo me opuse al recurso"
Rajoy asegura que pone a Aznar el sábado "para que la gente se pueda ir antes"
El debate sobre el matrimonio homosexual, un asunto incómodo que la dirección del PP pretende evitar en el congreso que arranca mañana, recibió ayer una buena carga de madera de combustión. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, aprovechó ayer un acto en el que estaba rodeada de representantes de los homosexuales para caldear el ambiente: "Tengo que recordar que en su día me opuse a que se presentara un recurso de inconstitucionalidad en el caso de los matrimonios gays", afirmó Aguirre.
Es un tema incómodo que el PP intentará evitar en el congreso
Son precisamente dos fervientes partidarios de esta dirigente regional, Cristina Cifuentes, vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, y Ángel Garrido, concejal de la capital, quienes están defendiendo sendas enmiendas en las que se pide que el PP asuma y apoye la legislación vigente, promovida por el PSOE con la oposición de la iglesia. El número dos y tres del PP, Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, participaron en la multitudinaria manifestación contra las bodas gays que convocó la Conferencia Episcopal en Madrid y concentró a numerosos obispos.
Buena parte del PP asume que su posición contra las bodas gays ha supuesto un problema de imagen porque ha sido entendida como un acto de homofobia. Sin embargo, Rajoy ha decidido que la posición actual debe ser coherente con el recurso de inconstitucionalidad y por tanto hay que esperar a que resuelva el tribunal para matizar la línea oficial.
Aguirre se puso claramente del lado de los enmendantes, aunque trató de matizar después: "No lo hice [estar en contra del recurso] porque pensara que jurídicamente no podía haber razón, sino porque entendía que eso se iba a interpretar como un ataque a los gays". Acto seguido, Aguirre acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "meterles el dedo en el ojo a los católicos" ya que "se podrían haber regulado las uniones entre las personas del mismo sexo sin necesidad de haberlas llamado matrimonio".
La presidenta regional hizo estas declaraciones en la presentación de la memoria de 2007 del Servicio de Asesoramiento a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid, un programa para dar apoyo legal y psicológico a estos colectivos.
Es la primera vez que la presidenta madrileña presenta el balance de actuaciones de este servicio desde que se creara en 2002. Y no escatimó en tiempo: Aguirre se prodigó más de una hora en la presentación, se fotografió tanto en la sede del servicio, en Gran Vía, como en la calle, en el madrileño barrio de Chueca, con varias transexuales. Mientras repetía, cual estribillo: "Queremos una Comunidad abierta a todo y a todos, cualquiera que sea la condición sexual, la raza, lo que sea...".
Mientras, Rajoy fue entrevistado ayer en Radio Nacional y no habló de las bodas gays -durante toda la campaña electoral trató de esquivar un asunto que le incomoda claramente-, pero sí del congreso de este fin de semana. Sobre todo de la polémica decisión de trasladar del domingo al sábado por la mañana el discurso de José María Aznar, el presidente de honor del PP. Rajoy sostuvo que este cambio, que evita que Aznar le haga sombra en su discurso final, como sucedió en 2004, se ha hecho sólo con un objetivo: "que la gente pueda irse más temprano a sus casas", entre otras cosas porque ese día se juegan los cuartos de final entre España e Italia. Rajoy, acosado por el ala dura, concluyó la entrevista con una frase de Winston Churchill: "Un fanático es alguien que no puede cambiar de mentalidad y no sabe cambiar de tema".
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