Mejor en casa que en Valencia

Al congreso nacional del PP que empieza mañana en Valencia faltarán más del 20% de los más de 3.000 compromisarios de toda España, según las estadísticas históricas que maneja el propio partido. En la última reunión del Comité Organizador del congreso se puso de manifiesto este dato, según relataron fuentes del comité. Un 20% es la media de ausencias de delegados en los últimos congresos, que se han celebrado en Madrid.

En el congreso de Valencia, la organización teme que la cifra pueda superar el 25% de los compromisarios, según las mismas fuentes. El Comité Organizador hizo esta previsión basándose en la menor capacidad hotelera de Valencia (en comparación con Madrid), que puede obligar a los asistentes a alojarse muy lejos de la Feria de Valencia. También en que, para delegados de toda España, es más difícil encontrar soluciones particulares de alojamiento en Valencia que en Madrid para el fin de semana. Al fin y al cabo, los delegados se tienen que pagar el desplazamiento y el fin de semana en la capital valenciana.

La ocupación hotelera de la ciudad subirá hasta el 80%

Camps intervendrá dos veces, en la inauguración y en la clausura

Francisco Camps y Rita Barberá serán los anfitriones de, en teoría, 3.025 compromisarios. A ellos se sumarán 3.000 invitados, 800 periodistas acreditados, 200 operarios, 250 personas de organización y otras 70 que sirven como enlaces de las delegaciones. A su disposición hay 48.000 metros cuadrados de la Feria de Valencia. Un pabellón sólo para prensa. Otro como plenario y otros dos como salas de comisiones para discutir las ponencias. Los asistentes al congreso tendrán información en sus teléfonos móviles a través de bluetooth. Aparte, hay un número de teléfono 902 para resolver dudas.

En un fin de semana normal, las 20.000 plazas hoteleras de la ciudad de Valencia están ocupadas al 65%. La previsión es que la celebración de los populares aumente esa ocupación entre 15 y 20 puntos más, aunque no se colgará el cartel de completo.

En el programa oficial no lo dice, pero el sábado, tras la votación del nuevo presidente, está prevista una fiesta en el mismo recinto de Feria Valencia. Las sesiones las abre, el viernes por la tarde, el responsable de la organización del evento, el presidente de Murcia y presidente del Comité Organizador, Ramón Luis Valcárcel. Después se elige a la persona que ocupará la presidencia del congreso, que será Rita Barberá. Tanto en la apertura como en la clausura está prevista la intervención de Francisco Camps. Un doblete que sus partidarios interpretan como un signo de su creciente influencia en el PP.

En el congreso deben informar a los compromisarios Ángel Acebes, como secretario general, y los portavoces de los tres grupos parlamentarios (Congreso, Senado y Parlamento Europeo). El informe en público del portavoz en el Senado, Pío García-Escudero, se ha separado de los otros dos y adelantado al viernes por un asunto familiar.

El mismo viernes, el debate de las ponencias puede llevar previsiblemente hasta altas horas de la madrugada. El número de enmiendas presentadas, más de 2.000, es mucho mayor que en anteriores congresos, donde ya el debate fue extenuante. En el XV congreso hubo 1.532 enmiendas. Ya era un récord frente a los anteriores.

Un importante cargo orgánico del PP estaba ayer muy molesto porque todavía no había recibido un horario detallado de los tres días de reunión. Los compromisarios, incluso los dirigentes, apenas han recibido la misma información que la prensa, que es la que puede verse en el gráfico de esta página. Se sabe que las sesiones de mañana empiezan a las diez y que las de la tarde arrancan a las cuatro el viernes, y a las cuatro y media el sábado.

También se sabe lo que está previsto que ocurra en cada una de esas sesiones, pero no el horario. Es decir, exactamente a qué hora habla cada uno, cuánto tiempo o a qué hora es cada reunión y dónde. Si esa información existe, este importante dirigente aseguraba ayer no tenerla.

El PP valenciano aprovechará el evento para hacer su particular campaña por la revisión de la financiación autonómica y montará un puesto de recogida de firmas.