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Reportaje:

Una casa reutilizada como graderío

Disonancias expone en Tabakalera la idea de construcción reversible del arquitecto Santiago Cirugeda y una apuesta por humanizar la domótica

Santiago Cirugeda (Sevilla, 1971) y su equipo entienden la arquitectura como una disciplina que debe velar por la mejora de las condiciones sociales. Por eso, apuestan por un modelo de ciudad autogestionada donde los ciudadanos puedan decidir sobre su entorno inmediato y proponen proyectos de presupuestos limitados. Con esta filosofía han participado en la segunda edición de Disonancias, un programa que empareja a empresas vascas y artistas internacionales en busca de nuevas ideas, que unas veces se quedan en eso, en proyectos, y otras se hacen realidad.

El arquitecto sevillano y sus compañeros han trabajado con Lanik, una empresa que desarrolla estructuras tubulares para montar cubiertas de grandes edificios, como polideportivos, recintos feriales y aeropuertos. Ellos han pensado en algo más básico: plantean utilizar esas estructuras para construir viviendas. "Lanik tiene una capacidad técnica bestial para solucionar cualquier problema geométrico. Así que nuestra propuesta, después de llegar a la sofisticación más extrema, es para esta empresa casi como ir hacia atrás", comentó ayer por la mañana por teléfono Cirugeda, cuyos proyectos se han presentado en el Centro George Pompidou de París, en la Bienal de Arquitectura de Rotterdam o en la de Venecia.

Tres jóvenes reflexionan sobre la dimensión social de la interfaz

"No proyectamos nubes de colores, vamos a lo concreto", subrayó su colega Alejandro Bonasso, pero ya metido en faena en Tabakalera, en San Sebastián, donde por la tarde se presentó el proyecto de vivienda, que se enmarca en una política de construcción reversible.

Cirugeda y sus colaboradores han plasmado el maridaje con Lanik en un módulo de vivienda de 50 metros cuadrados. Ese prototipo estuvo expuesto en la pasada edición de Madrid Abierto, donde funcionó como una oficina de información sobre casas autoconstruíbles en azoteas. "Está testado y podría funcionar" para dar respuesta al problema de la vivienda, indicó Bonasso. De hecho, varios colectivos de gente joven se están moviendo para ver si es posible llevarla a cabo en la localidad guipuzcoana de Rentería.

Fieles a ese concepto de arquitectura reversible, parte del prototipo expuesto en Madrid ha viajado a Tabakalera. Y lo ha hecho en forma de graderío -las estructuras tubulares se visten con maderas de andamios viejos-, donde ayer se sentó el público. Esas gradas se trasladarán luego a un pequeño campo de fútbol de Cañada Real, a las afueras de Madrid.

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La antigua factoría de tabaco sirvió también de escenario para la presentación del trabajo conjunto entre Dorlet, una empresa dedicada a los sistemas de control de accesos y seguridad, y Álvaro Castro, Carlos E. Cabañero y Fran Gallardo, tres jóvenes multidisciplinares interesados en humanizar el control domótico.

Su propuesta, bautizada Spray!, no se traduce en un prototipo concreto. Más bien es una especie de "diagnóstico", una vía para profundizar en "la dimensión social de la interfaz", en cómo un conjunto de individuos con diferentes deseos deciden actuar en el espacio en el que viven. Y para intervenir en ese espacio, según explicaron, apuestan por formas de relación con los dispositivos tecnológicos más intuitivas, como si éstos fueran "una prolongación del cuerpo humano".

Las restantes propuestas de Disonancias

Tras la presentación en Tabakalera de dos propuestas de Disonancias, las siete restantes se expondrán entre hoy y mañana en el Artium y la sede de EITB, en Bilbao.

- El metrocardiograma. El arquitecto bilbaíno Diego Soroa, director del Laboratorio Cuantics Creatives, ha propuesto a la Fundación Ikertia instalar en la calle un desfibrilador junto a un cuadro digital que conciencie visualmente del ritmo frenético de las ciudades.

- Molekulo. La diseñadora alemana Daniela Bershan ha creado para el Grupo Sarkis-Lagunketa un sistema de construcción orgánica a base de módulos encajables que, con función ecológica y social, se producirán en julio.

- Sala de colaboración Garaia. El chileno Mariano Maturana y la catalana Consol Rodríguez, que trabajan en el ámbito del arte público, han ideado para el Polo de Innovación Garaia una sala de reuniones y de trabajo en equipo donde prima el diseño.

- DisAniaLia/LabAnia/InsAnia. La polaca Ania Bas ha trabajado con investigadores de Tecnalia sobre la idea de un entorno urbano sostenible.

- ¡¡Esto lo he hecho yo!! El colectivo Amasté y Lantegi Batuak se han dado la mano para implicar a discapacitados intelectuales en un taller de fotografía que les hace visibles.

- O-void. El estudio de arquitectura ReD, en Barcelona y Oporto, ha convertido la chapa perforada en 2D de Imar en estructuras en 3D.

- Disonanciabecedarium. El cineasta bilbaíno Víctor Iriarte ha filmado para EITB una película donde se define Disonancias a partir de las letras del abecedario.

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