Retorno a la Modelo

A punto de cumplir 88 años, Miguel Núñez, dirigente que fue del PSUC y del PCE, regresó ayer a la cárcel Modelo de Barcelona -en la que en 1945 ingresó por primera vez como preso político-, esta vez para presentar la edición de bolsillo de La Revolución y el deseo, el libro en el que relata su larga peripecia de lucha por la libertad y la dignidad humana. Condenado a muerte, torturado, preso durante 17 años, Núñez es uno de los mitos de la resistencia comunista al franquismo. En el teatrillo de la cárcel, presentado por el actual director general de Servicios Penitenciarios, Albert Batlle, recurrió ayer a una estrofa de La Internacional para explicar el sentido de su obra, que es también el de su acción política y de su actitud vital. "Ni en jueces, reyes ni tribunos está el supremo redentor", afirmó, "sino en la fuerza de la gente sencilla que hace posible la lucha".

La nueva edición de estas memorias incluye sendos prólogos de Manuel Vázquez Montalbán y Luis Goytisolo, titulados, respectivamente, Nosotros los comunistas y ¿Mereció la pena tanto sacrificio? y la transcripción de los textos y parlamentos pronunciados en 2002 en diversas presentaciones del libro. Entre estas presentaciones destacan las del historiador Josep Fontana, el abogado y escritor Nicolás Sartorius, de la novelista y poetisa Dulce Chacón, del sindicalista Isidor Boix y del diplomático J. Buster.También figuran presentaciones realizadas por el consejero de Relaciones Institucionales Joan Saura, y el presidente del Gobierno de Asturias, Vicente Álvarez Areces.

A Núñez le acompañaron en esta presentación en la cárcel Modelo algunos viejos compañeros de lucha, también conocedores de prisiones y penalidades, como Sebastià Piera, Enric Pubill, presidente de la Asociación de ex Presos Políticos de Cataluña, y Maria Salvo, su antecesora en el cargo.

El editor, Miquel Horta, destacó como novedad que la edición de bolsillo incluye fotografías, y entre ellas no sólo las de amigos y compañeros de combates políticos, sino también de uno de los policías que les persiguieron y torturaron, Antonio Juan Creix, de 1960.

Vázquez Montalbán definió a Núñez en el prólogo de estas memorias como "uno de los reconstructores de la razón democrática" a lo largo de los casi 40 años de lucha contra la dictadura. A esta edición de sus memorias, Núñez ha añadido como anexo un texto suyo de 1997 escrito a propósito de un libro de Irene Falcón, la que fue secretaria de Dolores Ibarruri, titulado Asalto a los cielos, en el que relata su vida junto a Pasionaria. En este anexo, Núñez pasa cuentas con el estalinismo y sus prácticas, que dominaron durante décadas entre los comunistas. Sostiene, entre otras cosas, que "el pasado nunca es un refugio confortable al que se pueda regresar", pero "nadie se adentra en el futuro olvidándose de dónde viene" y previene contra quienes se atribuyen en nombre de los partidos o las creencias "la facultad de juzgar a los demás y de negarse a ser juzgados".