La crisis deja solo al Gobierno
Por primera vez, el PSOE vota en solitario el primer paso de los Presupuestos
Al Gobierno se le complica la legislatura que arranca. La aritmética parlamentaria le pondrá en dificultades para aprobar, a partir de septiembre, los primeros Presupuestos. Al menos, ayer, en el primer paso para sacar adelante esas cuentas, el PSOE se quedó solo en el Congreso. Ningún grupo votó con los socialistas el decreto que fija el umbral del gasto para 2009 y, lo que es peor para el Gobierno, los socios potenciales lanzaron críticas muy duras contra la forma en la que hace frente a las dificultades económicas. Es la primera vez que el Ejecutivo de Zapatero se queda sin aliados en este trámite desde 2004.
El decreto fija un aumento del gasto del 5%, hasta los 160.158 millones de euros, frente a unos ingresos que subirán menos, un 4,2%, hasta los 165.414 millones. A lo más que accedieron CiU y PNV fue a abstenerse para permitir la aprobación. Josep Sánchez Llibre, portavoz de los nacionalistas catalanes, dijo claramente que se abstenían "a condición de que el ministro comprometa su voluntad de resolver con celeridad la financiación autonómica, de acuerdo con lo que señalan los estatutos".
Sánchez Libre incluyó frases muy críticas a Solbes que elevan el listón de exigencias para que apoyen los Presupuestos: "Es muy importante que ustedes cambien de actitud. Son un Consejo de Ministros pasivo situado ante la televisión viendo las calamidades económicas cotidianas. Dejen su papel pasivo".
Pedro Azpiazu (PNV) pidió "una reflexión económica sin tapujos, sin ocultar los problemas de fondo"; Joan Herrera (ICV) exigió "un diagnóstico acertado que entienda que estamos en el momento más complicado de las últimas décadas" y pidió un pleno monográfico sobre la crisis; Joan Tardà (ERC) reprochó la "improvisación"; Olaia Fernández (BNG) lamentó que no se aumente el gasto social y Uxue Barkos (Nafarroa Bai) le dijo a los socialistas que "están en la atalaya de la semántica, pero en la calle se vive sensación de crisis".
Obviamente, el PP lideró el voto negativo con un discurso de Cristóbal Montoro que ridiculizó los datos de Solbes. El vicepresidente garantizó que la "austeridad" no impedirá cumplir el compromiso "prioritario" de financiar las medidas sociales.
El Gobierno siguió enredado ayer en la negación de la crisis. Solbes utilizó la víspera en el Congreso la palabra tabú para los miembros del Gobierno, y ayer matizó que habló de "desaceleración siempre, incluso ayer [por anteayer]. Ayer lo único que hablé es que había que prepararse para la crisis pero en ningún momento hablé de crisis". Sin embargo, el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, lo atribuyó a un "lapsus" del vicepresidente y Zapatero consideró "un poco absurdo" el debate terminológico.
Los nombres de la crisis
- 12 de enero. "Son antipatriotas los que alertan de una crisis" (Zapatero).
- 14 de enero. "Hablar de crisis es puro catastrofismo y una falacia. Es desaceleración acelerada" (Zapatero).
- 7 de febrero. "Tenemos alguna dificultad que nos viene de fuera" (Zapatero).
- 9 de mayo. "Desaceleración transitoria ahora más intensa" (Zapatero).
- 14 de mayo. "Debilidades económicas" (Zapatero).
- 30 de mayo. "Es enormemente exagerado [hablar de crisis]. Estamos lejísimos". (Solbes).
- 8 de junio. Situación "grave y preocupante" (Zapatero).
- 10 de junio. "No hay crisis. El PP hace un uso interesado de esa palabra" (José Antonio Alonso).
- 11 de junio. "Hay desaceleración fuerte". "Periodo de dificultades objetivas" (Zapatatero). "Las medidas más importantes que venimos adoptando frente a la crisis..." (Solbes).
- 12 de junio. "Hay una desaceleración fuerte" (Solbes). "Ajuste duro" (Fernández de la Vega).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.