Barcelona reclama la secretaría de la Unión por el Mediterráneo

Barcelona reclamó ayer oficialmente convertirse en sede de la secretaría de la nueva Unión por el Mediterráneo Conferencia de Barcelona, que tratará de crear un espacio común entre los países del norte y los del sur del Mediterráneo. La petición fue formulada por el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, en unas jornadas que 200 empresarios, expertos y responsables de ambas riberas inauguraron en el Palacio de Pedralbes.

"Reclamo para Barcelona un protagonismo en esta nueva etapa", pidió de manera clara y solemne López Garrido en la apertura de las jornadas. Con esta petición, transmitía a los expertos internacionales la voluntad del Gobierno español de que la capital catalana continúe siendo motor en la institucionalización de la Conferencia de Barcelona, un proceso que se inició hace 13 años.

La cumbre de la UE en París decidirá qué ciudades albergan las diferentes sedes

La decisión sobre dónde se asentará la sede de la secretaría y de la presidencia, que reclaman al mismo tiempo Túnez y Egipto, será sin duda uno de los temas importantes de la cumbre del 13 de julio en París, donde reunirán los 27 miembros de la Unión Europea, así como los países del sur del Mediterráneo dispuestos a participar en este proyecto político-económico.

La petición de Barcelona se explicitó ante una sala repleta de público y de personalidades, como el presidente de la Generalitat, José Montilla; el consejero real de Marruecos, André Azulay; el ex vicepresidente de la Comisión Europea Manuel Marín, y la vicepresidenta de la Asamblea francesa, Elizabeth Guioguo. La reunión ha sido programada por el Instituto Europeo del Mediterráneo y el Instituto Francés de Prospectiva Económica del Mundo Mediterráneo.

La reclamación de Barcelona como sede de la nueva secretaría, que se planteará en la cumbre de París, irá acompañada de otras propuestas y proyectos que serán debatidos en estas jornadas, que se clausurarán esta tarde. Estas iniciativas versarán sobre cuatro ejes fundamentales: energía, agua, espacio financiero y política agrícola.

"Cataluña está también dispuesta a implicarse más en el renovado proceso de Barcelona", recalcó José Montilla, que animó a los participantes a elaborar proyectos concretos para la nueva institución euromediterránea.

Este fórum euromediterráneo marca, según los expertos, el final de una vieja etapa, la de la Conferencia de Barcelona, y señala el camino de renovación impulsado por Francia, que trata de institucionalizar las relaciones entre el sur del Mediterráneo y la UE creando órganos estables y llevándolas al marco de las acciones concretas y tangibles.

Mientras que la práctica totalidad de los países europeos apoyan el proyecto, numeros países árabes, entre ellos Libia, han señalado su rechazo y reclaman que las relaciones árabe-europeas se articulen a través de instituciones en vigor y ya existentes, como la Liga Árabe.