Cuando acelgas y zanahorias cuestan el doble

Empieza a escasear el género en Mercamadrid. Y la calle rezuma un cierto pánico de que los alimentos se vayan a acabar. Así que la fórmula es simple. Poca oferta y mucha demanda.

Eso se traduce en, por ejemplo, pimientos verdes a 4,20 euros el kilogramo en el mercado de San Blas. La semana pasada podían comprarse allí por 2,80 euros. ¿Quién pierde? La señora Patrocinio, por ejemplo, se ofrece voluntaria para ocupar ese papel en la función. "Es una vergüenza, la crisis es para todos ¿Por qué tenemos que pagarla sólo los consumidores?", se interroga frente a un puesto desabastecido de fruta y verdura.

Y lo que falta, en todos los mercados, es fruta, verdura y pescado. La carne y el pollo todavía aguantan, pero del cerdo no hay ni rastro. "Es que lo matan a diario. Y como no hay transporte, pues no hay cochinos", explica Artemio.

El pescado azul, el que más sube: la sardina pasa de 3,8 a 7,20 euros el kilo

La carne de ternera es el producto que mejor aguanta el conflicto

La entrada de productos en el Mercado Central de Abastecimiento de Madrid (Mercamadrid) se redujo ayer el 91,43% respecto a la semana anterior, con 788.576 kilos frente a los 9.201.283 registrados el miércoles pasado, según datos facilitados por la entidad.

Mercamadrid señaló que, pese a un repunte en la entrada de camiones abastecedores, especialmente en frutas, las entradas son muy pequeñas y hay escasez de verduras y pescado azul casi por completo. Sí hay suficientes existencias de carne y pescado congelado, y está atendida la demanda de frutas y pescados blancos. Las frutas continúan registrando el mayor descenso, del 94,82%, con 388.985 kilos frente a los 7.503.931 kilos de hace una semana.

Pero sigamos con los datos concretos. A Patrocinio, la clienta de San Blas, los tomates han pasado de costarle 1,25 euros a 2,25. El calabacín ha subido 40 céntimos y las judías finas ni se encuentran. "Sólo tenemos de las que vienen de Marruecos. Las anchas. Y mira cómo están, secas. No valen nada", explica Demetrio, vendedor de verdura.

Y el pescado ya se paga a precio de marisco. La pescadilla española ha pasado de 8 a 11 euros, la merluza y el gallo de 11 a 13 euros y el salmón ha subido de 8,5 a 10 euros el kilo. Para encontrar pescado azul hay que ser ya un hábil rastreador de mercados. Pero cuando uno se topa con las sardinas, el precio asusta: han pasado de 3,8 a 7,20 euros. "Y la culpa nos la llevamos nosotros, claro. Pero yo el pescado no lo puedo regalar. Si lo compro más caro, lo vendo más caro", comenta Mariano frente a una caja de gambas cocidas.

Pero estos días los precios fluctúan también en función de si los productos son anteriores a la huelga o por su calidad y origen. "Es muy difícil establecer un índice. Ahí delante tienen paraguayas a dos y yo a cuatro. La respuesta está en la calidad", revela Juan, obviamente, ensalzando el género que él vende.

La carne de ternera aguanta estoicamente el desabastecimiento y el incremento de precios. Ahí están las vacas para superar la crisis y todas las huelgas. De momento. "Género tenemos. La carne aguanta más. El problema será como esto continúe. Si dura hasta la semana que viene no nos libra nadie", augura un carnicero del mercado de Las Ventas, donde aparentemente se está capeando el temporal con bastante soltura.

Los datos de Mercamadrid confirman las palabras del carnicero. El descenso de la entrada de carne ha pasado de 449.725 kilos del miércoles pasado a los 82.030 kilos de hoy, mientras que la recepción de pescado ha disminuido el 58,08%, al pasar de 477.837 a 200.296 kilos. Y el origen de todo se mide en la afluencia y la cantidad de tráfico rodado que se registra en entradas y salidas del mercado central de Madrid. En lo que corresponde a entrada de camiones, la cifra definitiva para medir el problema, la reducción ha sido del 73,59%, con 192 vehículos frente a los 727 del miércoles pasado. Por la tarde, el Ministerio del Interior aseguró que han entrado 50 camiones más.