"El parón ha sido muy brusco"
La caída de la construcción arrastra a todas las industrias relacionadas
La crisis en la construcción no sólo afecta a los promotores y empresarios del ladrillo. También está salpicando a las empresas colindantes que durante los últimos años se han beneficiado de la buena marcha de este sector. Ahora toca una época de vacas flacas también para ellos.
Es el caso de Adolfo Espinosa, un cordobés propietario junto a su hermano de una empresa de molduras para puertas y piezas de madera maciza: Vimecor, SL. Trabajan con promotores de toda Andalucía, Extremadura, Murcia y algunas zonas del País Vasco. "Las ventas han caído este año un 30%", sostiene Espinosa. Pero esa es la media. En algunas zonas el frenazo ha sido todavía más drástico: "En Málaga han descendido un 80% y en Murcia un 100%; en Córdoba no se ha notado tanto porque no había tantas promociones en marcha", detalla este empresario.
"Habré visto unas tres crisis iguales en los últimos 30 años"
Vimecor nació hace 15 años y actualmente dispone de una fábrica en Peñarroya-Pueblonuevo. Espinosa lleva trabajando en el sector de la madera desde hace tres décadas: "Cuando empezamos con la fábrica recuerdo que también vivimos una recesión de dos o tres años y habré visto unas tres crisis iguales en los últimos 30 años. Es algo pendular". Pero, según afirma, la situación de ahora es distinta: "El parón ha sido muy brusco, prácticamente de hoy para mañana".
Sostiene que los primeros pedidos anulados empezaron a llegar un mes antes de las elecciones generales y que desde el nueve de marzo el frenazo se ha agudizado. "Ahora mismo hay una psicosis entre toda la gente con la que hablo".
La empresa de Espinosa tiene empleadas a 20 personas. "Ya he tenido que despedir a tres trabajadores, aunque hemos vuelto a contratar a otro hace poco". Según dice, cuando se reúne con otros empresarios del sector la pregunta es siempre la misma: "¿Tú a cuántos has tenido que echar?"
Este empresario asegura que sus compañeros ya dan "por perdido" este año y que seguramente ocurra lo mismo el año que viene. "Además, los bancos han cortado el grifo", lo que está provocando que los promotores tengan más complicado conseguir créditos para iniciar nuevas obras.
Pero hay un pequeño lugar para la esperanza. Espinosa, además de la fábrica, tiene una tienda para el público en Córdoba capital. "En la tienda las ventas no han bajado, incluso han subido un poquito". ¿La razón? "Como la gente no puede comprarse una casa nueva arregla la que ya tiene con pequeñas reformas", sostiene. Eso sí, el volumen de negocio que representa la tienda no se acerca a lo que la empresa facturaba con las ventas a los promotores. Otro aspecto positivo que destaca Espinosa es que, durante la época de bonanza, su empresa no se ha ligado a una única constructora. "Hemos diversificado y, por suerte, no nos ha pasado como a otros que sólo estaban trabajando para un cliente grande y que ahora están totalmente parados".
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