A House le va Obama
Último capítulo de la temporada de House, unos porcentajes arrasadores de audiencia en Estados Unidos. El capítulo en el que House está a punto de morir... y en el que se le ve el plumero. El carismático y arisco supermédico intentaba desesperadamente salvar la vida de la esposa de su único amigo. Mientras, discutía con una de sus empleadas sobre la vida y las decisiones acertadas. Fue entonces cuando tras la joven, pegada en la pared del baño, se podía ver una pegatina que destacaba sobre la blanca pared. Vote for change 08 era lo que rezaba el adhesivo, el lema del candidato a la presidencia de Estados Unidos Barack Obama. Una publicidad subliminal, aunque no muy fina. Un pequeño guiño de los guionistas de la serie hacia su candidato favorito, publicidad encubierta o lo que podría suponer el comienzo de un debate sobre el descarado patrocinio de partidos políticos en la televisión.
Que conste que me parece muy bien que los guionistas de House quisiesen introducir ese detalle. Incluso como un experimento para ver si su público se fija realmente en las escenas o no aparta los ojos del peculiar doctor y su atractiva ayudante. Pero puede que la política ya ocupe demasiados titulares y páginas en los periódicos, demasiados minutos en la televisión, la radio e Internet. Puede que la política deba apartarse, aunque sea un poco, de las películas, las series y el arte. O puede que simplemente diga esto porque la estrategia de patrocinio me pareciese un tanto burda y prefiera que cuando algo pretenda ser subliminal, lo sea de verdad.