José Bernales, jefe de Carabineros de Chile

Año tras año, los chilenos eligen a la Fuerza de Carabineros como la institución más prestigiosa de su país. Una fuerza similar a la Guardia Civil española que en los años de democracia recuperada en el país andino se ha restablecido ante la sociedad de la mala imagen por su actuación durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Por ello no es de extrañar que la muerte del máximo jefe de la institución -y en gran medida artífice de esta recuperación-, el general José Bernales, haya causado una honda conmoción en la sociedad chilena. Bernales, definido como "un general del pueblo" por el ministro del Interior, Eduardo Pérez Yoma, falleció el pasado jueves cuando el helicóptero en el que viajaba junto a su mujer y otras 10 personas se estrelló contra un bloque de apartamentos en Ciudad de Panamá, donde se encontraba de visita oficial. Sólo un pasajero sobrevivió al accidente.

José Alejandro Bernales había nacido hace 59 años en Santiago de Chile. De formación muy tradicional y católico practicante, ingresó en la Fuerza en 1970 y tras una larga trayectoria obtuvo su mayor reconocimiento profesional con la democracia. En noviembre de 2005 el presidente socialista Ricardo Lagos le nombró director general de la Fuerza de Carabineros. Para entonces Bernales ya era considerado como uno de los mejores conocedores de los entresijos del cuerpo al que pertenecía. "Siempre era un carabinero", apuntó Pablo Lizama, arzobispo de Antofagasta y amigo personal del fallecido.

Además, Bernales había acumulado experiencia internacional y consideraba el permanente contacto con lo que ocurre fuera de las fronteras nacionales como parte fundamental de su trabajo.

La muerte del general y su mujer -casados desde 1974 y con tres hijos- ha creado en Chile un clima muy diferente al vivido hace año y medio con el fallecimiento del ex dictador Augusto Pinochet. A diferencia de entonces, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha encabezado los actos de homenaje al militar fallecido en acto de servicio. De negro riguroso y escoltada por todo su Gobierno, la líder socialista presidió el viernes un funeral oficiado por el obispo castrense mientras llegaban mensajes de condolencia desde todos los estratos de la sociedad chilena incluyendo el Colegio de Periodistas, que definió a Bernales como "un claro impulsor de la nueva cultura cívica institucional de Carabineros, abierta y comprometida con el desarrollo de Chile y con el fortalecimiento de la democracia".