El Gobierno cree "exagerado" hablar de crisis pese al fuerte deterioro económico
Avalancha de datos negativos sobre tipos de interés, déficit exterior e inflación
"Hablar de crisis es enormemente exagerado". El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, no se deja impresionar por el rosario de malas noticias que sacude la economía española un día tras otro. Poco antes de que Solbes pronunciase esas palabras en tono monocorde en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, los pescadores se habían manifestado por la fuerte subida del gasóleo. El Euríbor acababa de cerrar el mes en su nivel más alto desde 2000, con lo que las cuotas de las hipotecas a 25 años han subido un 34% en tres años. Además, el Banco de España había publicado a primera hora un nuevo récord de déficit exterior, y Bruselas daba cuenta de que se ampliaba el diferencial de inflación con Europa y de que el paro crece en España más que en ningún otro país europeo.
Los datos de ayer no llegan solos. La víspera se supo que la inflación ha alcanzado su nivel más alto desde 1995, al tiempo que se publicaba que las ventas del comercio minorista habían retrocedido en abril por quinto mes consecutivo. El miércoles se conoció el desplome del 40% en la venta de viviendas, y el Banco de España advirtió que el frenazo económico del primer trimestre podría agudizarse en el segundo y que la banca ha restringido duramente el crédito.
Pero nada de eso provocó que Solbes cambiase ayer el tono. Es el mismo tono en el que en verano pasado se refirió a la crisis financiera como "el tema de moda" y dijo que apenas tendría efectos directos en España. "Hay que ser optimista en cuanto al impacto de la crisis en la economía española", afirmó el 31 de agosto en una rueda de prensa similar. En ese mismo tono, el vicepresidente restó importancia al fuerte desplome de Astroc y otras inmobiliarias cotizadas en abril de 2008: "Nada tiene que ver con problemas en el sector inmobiliario", dijo entonces.
Sin levantar el tono, Solbes venció en un debate televisivo de campaña electoral a Manuel Pizarro, el fichaje estrella de Rajoy, cuando éste trataba de vender que había crisis. Según el vicepresidente, es una cuestión semántica. Para él, crisis es recesión y eso por ahora no ha llegado. Así que el vicepresidente ha preferido referirse siempre a "desaceleración", aunque luego haya tenido que añadir lo de "profunda". Quizá demasiado profunda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.