El PNV teme que su dependencia del PCTV traslade una idea de "debilidad política"

El PNV se rebela estos días contra la idea generalizada de que su suerte política inmediata está en manos de la izquierda abertzale, representada en el Parlamento vasco por PCTV. Aunque la aritmética parlamentaria refleja la evidente debilidad del tripartito ante el pleno sobre el proyecto de ley de la consulta -la coalición necesita los votos del PCTV para lograr la aprobación de su propuesta-, el partido que dirige Urkullu lucha por evitar que se transmita esa idea de dependencia. Para ello prefiere mirar hacia otro lado y atribuye la responsabilidad de que el PCTV sea decisivo en el resultado final a las posiciones "intransigentes" del PSE-EE que, según critica un dirigente peneuvista, llegan a ser "incongruentes cuando se le escucha a Patxi López hablar de que él también quiere hacer un referéndum".

No obstante, el PNV sabía de antemano que el deseo contumaz del lehendakari le arrastraba a vivir de los deseos de la izquierda abertzale, siempre dispuesta a pretender el mayor desgaste político de la formación peneuvista. Como ya ocurriera en 2005, el Gobierno vasco no depende de sí mismo y así encaja advertencias como las lanzadas ayer por el histórico dirigente de HB Tasio Erkizia, quien, en su recuperado papel de emisario de este sector, advierte de que "si Ibarretxe no hace chiquilladas y actúa sin trampas tendrá el apoyo de la izquierda abertzale", pero le exige "un proceso sin prisas y de largo alcance".

Así las cosas, el PNV acusa uno de sus momentos políticos más delicados. El criterio de su dirección ha quedado subordinado al sostenido por el lehendakari, vencedor de una pugna nada oculta entre Ajuria-Enea (Gobierno) y Sabin Etxea (partido) y que ha dejado de existir al admitir el EBB que "en el actual escenario" no tiene otra alternativa más sólida que la de Ibarretxe.