"¿Cómo se va, maestro?" "Pues jodido"

Demasiadas corridas ya sin ver nada. Ni acompaña el tiempo, ni el ganado, ni casi los toreros. Es como si se enseñara el abono al portero de la misma manera que se ficha en la oficina muchas mañanas: por obligación y sin ganas. Tal vez las empresas podrían empezar a pensar en habilitar una sala de prensa donde, al igual que hacen los entrenadores, futbolistas o tenistas, se pudieran sentar los matadores a decir aquello de que el toro no embestía por el derecho. Podría haber detrás paneles de publicidad con anuncios alusivos a la parafernalia asociada al consumo habitual del espectador taurino: puros, manzanilla y demás.

Mientras llega ese momento se repiten las palabras de los toreros de un día para otro de manera muy similar, pues el resultado de la corrida se repite también de igual modo. Tal es el caso de Uceda Leal: "La verdad es que no ha habido mucha opción de triunfo. Yo venía con mucha ilusión a esta corrida pero el ganado ha transmitido muy poco y mi lote ha sido imposible. Los he probado por un pitón, por otro, pero cuando los toros no transmiten ninguna emoción es imposible hacer cosas bonitas".

Casi lo mismo Curro Díaz: "La corrida de toros ha sido muy deslucida. Han valido pocas cosas. Lo siento también por nosotros, por las ganas con que venimos a Madrid; el segundo embestía con guasa y con un peligro grande. Lo que tenía que hacer con él es ponerme, y creo que no me ha costado trabajo hacerlo. Lo he matado muy por arriba; la pena es que no haya caído. A mí me encanta venir a Madrid. La pena es que no rodasen las cosas".

Salvador Vega también culpó al ganado del resultado de la tarde. Alguien le preguntó: "¿Cómo se va, maestro?". "Pues jodido...".