El paro en el sector de la construcción crece un 50% hasta abril

La evolución del empleo en la construcción ya dio síntomas de desaceleración el año pasado, cuando pasó de crecer de tasas del 20% a sólo el 2%. Pero este año está destruyendo ya puestos de trabajo. Según la Cámara de Comercio de Barcelona, hasta el mes de abril el paro en el sector se incrementó el 50,2% en Cataluña. La construcción ha seguido creciendo el 2,6% en el primer trimestre de 2008, 1,1 puntos menos que entre octubre y diciembre. La entidad prevé que la actividad siga con "un crecimiento intertrimestral negativo", por lo que técnicamente en junio puede entrar en recesión.

El presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Valls, reclamó ayer que las administraciones pongan en marcha medidas para paliar los efectos de la crisis. Y citó tres: impulsar la rehabilitación, acelerar la obra pública y favorecer la promoción de viviendas protegidas. La Cámara de Administradores de Fincas de Barcelona y Lleida ya propuso también ayer el descenso del tipo del IVA para rehabilitaciones del 16% al 7%. Valls fue más allá y reclamó que "se valore una reducción adicional del tipo de IVA hasta el 4%, el mismo que se aplica en vivienda protegida".

La cámara, que también reclamó más deducciones fiscales para I+D+i, opinó que la crisis económica puede durar dos años, pero que el conjunto de la economía no entrará en recesión. No obstante, Valls señaló que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, deberá efectuar "replanteamientos tributarios como la bajada del impuesto de sociedades".

A pesar de que el empleo creció el año pasado en el sector de la construcción, no ocurrió lo mismo en el inmobiliario. Comisiones Obreras sostiene que la actividad de la intermediación ha destruido el 25% de sus puestos de trabajo, es decir, alrededor de 10.000 empleos. El sindicato, que considera "imposible" alcanzar el objetivo de reducir el paro por debajo del 5% en 2010, presentó ayer un informe en el que señala que la crisis está destruyendo los empleos temporales y los que exigen menor calificación, por lo que uno de los colectivos más perjudicados es el de los inmigrantes. La temporalidad, además, ya no se centra sólo en los jóvenes y afecta también a mayores de 40 años.