Fomento no pone fecha al final del vial del puerto exterior de Ferrol
Las empresas concesionarias denuncian pérdidas y condiciones penosas de trabajo
Es un gigante dormido atrapado en un callejón sin salida. El puerto exterior de Ferrol, la gran infraestructura portuaria que domina la entrada de la ría desde Cabo Prioriño, aguarda desde hace un año a que el Ministerio de Fomento complete un vial de 15 kilómetros y dos carriles que conecte la dársena de Caneliñas para garantizar la viabilidad de la rada. Una estrecha pista de asfalto plagada de baches y colapsada por el continuo tránsito de camiones es hoy el único camino para acceder al muelle exterior. Es la absurda paradoja de un gran puerto concebido por el Ejecutivo central como bálsamo económico para diversificar la industria de una comarca lastrada por la reconversión naval y que, sin embargo, se planificó sin accesos terrestres ni ferroviarios durante el gobierno de José María Aznar.
La obra tendría que haberse terminado en el primer semestre de 2007
El trazado "no es el mejor de los posibles" admite Amable Dopico, presidente del puerto ferrolano, "pero es el que hay. Ya no podemos perder más tiempo". La ejecución apresurada de una carretera de sólo dos carriles en el 70% del trazado y que presumiblemente será "lenta y demasiado estrecha", según los concesionarios del puerto, ha sido un despropósito administrativo en su concepción y un quebradero de cabeza técnico en su ejecución. Corrimientos de tierra y el desplome de varios taludes en Covas y Mougá obligaron a modificar el trazado ralentizando la obra. Los efectos secundarios del retraso en la ejecución del vial tienen consecuencias económicas "y sanitarias" para empresas y vecinos de las parroquias afectadas por el trazado de la vía.
La vertiente económica inquieta, fundamentalmente, a Endesa y COP Galicia. La compañía eléctrica, que alimenta las calderas de la central de As Pontes con carbón importado, advirtió que podría verse obligada a rebajar la potencia de generación de la planta pontesa este verano por falta de combustible mineral para producir "a plena carga". Endesa, que invirtió 45 millones en la construcción de una nueva terminal en cabo Prioriño para importar cinco millones de toneladas anuales de hulla, opera desde el puerto interior en medio de las protestas vecinales que denuncian las molestias y los riesgos para la salud "de los tráficos sucios" de carbón y clínker -componente básico del cemento asociado a patologías respiratorias- a pocos metros de sus viviendas.
En la misma situación se encuentra COP Galicia. La empresa consignataria invirtió ocho millones en la dársena exterior y sostiene que sin vial, sus posibilidades de negocio "son muy limitadas". "Estamos perdiendo dinero" asegura Sonia Vergara, responsable de la firma. "Trabajamos con penosidad por un camino imposible. Planificamos los fletes de todo el año en función de las previsiones de Fomento, los barcos llegan pero la carretera nunca está". La primera fecha de apertura que ofreció Fomento fue el segundo semestre de 2007. Se aplazó hasta marzo de 2008. La previsión no se cumplió y el final de la obra no tiene fecha oficial, aunque se apunta a finales de este año.
El estudio informativo se contrató en 2004 con el PP y lo licitó el PSOE un año después. El primer tramo del vial, 4,9 kilómetros desde Cabo Prioriño hasta A Cabana, se adjudicó en septiembre de 2005 y el segundo, entre Fontemaior y Río do Pozo, cinco meses después. El Plan Estratégico de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao plantea "a medio plazo" la ampliación de dos a cuatro carriles, pero el Gobierno central aún no se ha pronunciado al respecto.
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