Myanmar permitirá la entrada de las ONG internacionales
La ONU logra que la Junta Militar acepte la ayuda para las víctimas del ciclón
La Junta Militar de Myanmar se comprometió ayer a permitir la entrada de cooperantes internacionales en las zonas asoladas por el ciclón Nargis, que ha causado 78.000 muertos y 56.000 desaparecidos tras su paso por el delta del río Irrawaddy hace tres semanas. La decisión le fue comunicada por el máximo dirigente de la dictadura, el general Than Shwe, al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en el encuentro que ambos mantuvieron en la nueva capital del país, Naypyidaw.
"Ha accedido a dejar entrar a todos los trabajadores humanitarios, independientemente de su nacionalidad", afirmó Ban Ki-moon, que viajó a Myanmar (antigua Birmania) para lograr que la Junta Militar permitiese la llegada de ayuda internacional a los 2,5 millones de afectados por la catástrofe. Varias organizaciones internacionales estiman que apenas un 25% de los damnificados ha recibido ayuda debido a las reticencias de los militares, que gobiernan el país desde hace 46 años, de abrir el país al exterior.
Than Shwe también comunicó a Ban Ki-moon su disposición a que el aeropuerto de la antigua capital y ciudad más importante del país, Yangon, sirva como centro de operaciones para la distribución de la ayuda humanitaria.
Si el Ejército birmano no levanta sus restricciones, los expertos consideran que decenas de miles de personas podrían morir en las próximas semanas por la falta de alimentos y la propagación de enfermedades en el delta, donde miles de hogares y todos los cultivos han resultado arrasados.
"Ha adoptado una postura bastante flexible", afirmó Ban Ki-moon en referencia al máximo dirigente de la Junta. "Le insistí en que es de crucial importancia que permita el acceso de los cooperantes lo antes posible y en que toda esta ayuda debe repartirse entre las personas necesitadas lo más rápidamente posible", añadió.
Pese a estas declaraciones, varios representantes de las ONG que no han podido llegar a las zonas afectadas mostraron reticencias por la actitud de los militares birmanos. "Nada suena muy distinto de lo dicho hasta ahora", afirmó Dan Collison, de Save the Children. "Hay cooperantes de muchas nacionalidades en el país, pero están estancados en Yangon", criticó.
La presidencia eslovena de la Unión Europea, por su parte, exigió que la Junta retire de forma inmediata "todos los obstáculos" que impiden la llegada de la ayuda internacional a las zonas afectadas por el ciclón.
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