Petraeus anuncia un nuevo recorte de tropas en Irak
El Senado de EE UU aprueba otros 105.000 millones para la guerra
El general David Petraeus aseguró ayer en Washington ante el Senado que recomendaría una retirada parcial de tropas en Irak antes de abandonar su puesto en septiembre para ser el nuevo jefe del Mando Central Conjunto (Cetcom), que abarca desde el este de África hasta Afganistán. Durante las audiencias para la confirmación de su nuevo cargo, el todavía jefe de operaciones en Irak manifestó que creía posible "recomendar para entonces nuevas reducciones de efectivos". El general de cuatro estrellas quiso dejar claro que eso no implicaba la salida de "una brigada de combate".
Petraeus, de 55 años, fue el hombre elegido por George W. Bush para liderar el aumento de tropas en Irak decidido a finales de 2006, lo que elevó los militares en el país árabe hasta 168.000. Esta cifra ha descendido actualmente hasta 155.000.
Petraeus se enfrentó ayer al primer escrutinio por parte del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, que debe aprobar su nominación en sustitución del almirante William Fallon. Poco tardó el general en tocar temas sensibles. En su opinión, la falta de transparencia de Irán y Siria sobre sus programas nucleares podría desatar una "carrera armamentista desestabilizadora" en la región. La presencia de Al Qaeda y la proliferación de armas de destrucción masiva fueron otras de las dos amenazas citadas por el general como desestabilizadoras de la región.
Petraeus consideró que Washington debe persuadir a toda costa a Siria de que iniciar una carrera armamentística en la región, albergar terroristas y desestabilizar Líbano va en contra de sus intereses y terminará por perjudicarle. El general se mostró confiado en que las próximas negociaciones entre Siria e Israel sean positivas. Damasco, que últimamente se ha visto envuelta en acusaciones de estar creando un programa nuclear, niega tener tales instalaciones.
Mientras tanto, el Senado aprobó ayer por sorpresa -Barack Obama, que debía dar un mitin en Florida, viajó de urgencia a Washington para asistir a la votación, que finalmente puede que sea simbólica por la amenaza de veto presidencial- un proyecto de ley de 165.000 millones de dólares (105.000 millones de euros) en fondos para la guerra en Irak. Por 70 votos contra 26 -con apoyo de los republicanos-, la Cámara Alta apoyó conceder beneficios a los veteranos de guerra y vincular este gasto a los fondos del conflicto.
La aprobación del proyecto de ley, que hasta ahora ha vivido un complejísimo y caótico viaje a través del Congreso y todo apunta a que así va a seguir siendo, pasa ahora a manos de Bush, quien ha amenazado con su veto ya que se niega a aprobar ningún aporte de fondos que vincule partidas de índole doméstica -como los veteranos- a la financiación de la guerra de Irak.
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