El 'trip-hop' amable de Morcheeba regresa a España

Vivieron su momento de gloria a mediados de los 90, como exponentes de la versión más relajada del trip-hop, con esa voz de terciopelo de la cantante Skye Edwards. Tras un colapso creativo que coincidió con la marcha de la vocalista, los hermanos Paul y Ross Godfrey proclaman el "renacimiento" de la banda Morcheeba con su sexto álbum, Dive deep, que vienen a presentar estos días a España (hoy en Barcelona; mañana, en Madrid).

Para este resurgir se han nutrido de sus intercambios con otros artistas sacados el universo cibernético. El resultado es una heterogénea procesión de estilos e intérpretes fichados por los Godfrey a través de MySpace. Morcheeba se autodefine hoy como un colectivo ecléctico y abierto a la experimentación que ha hallado en Internet "la única forma en que los músicos del mundo pueden comunicarse sin interferencias externas". Ese "proceso de creación espontáneo" les ha llevado a colaborar con un elenco que aporta voces y composiciones al nuevo álbum, impregnado de folk electrónico y blues.

El dúo proclama el "renacimiento" de la banda con su último trabajo

Judie Tzuke, el multiinstrumentista de origen noruego Thomas Dybdhal, el rapero Cool Calm Pete o la elegante vocalista Manda contribuyen en Dive deep, que ha sido recibido por la crítica como una propuesta interesante y agradable, aunque nada memorable. A Paul Godfrey no le importa admitir que concibió esta aventura como un arma para combatir los demonios de la depresión, alimentada por la muerte de su padre y por la tremenda presión de una fama no bien digerida.

El recorrido desde su primer hit, Who can trust you (1996), hasta el cuarto y último álbum que compartieron con Skye, Charango (2002), dejó a los integrantes de Morcheeba exhaustos y deterioró las relaciones de un trío que se había formado a partir de la afinidad compartida "por la música y la marihuana". La cantante decidió emprender una carrera en solitario y su reemplazo les robó una buena porción de seguidores, al tiempo que les convencía de que no les interesaba tener a una vocalista permanente.

Casi tres años después de que los Godfrey bifurcaran sus respectivos caminos (Ross se instaló en Los Ángeles y Paul permanece anclado en su ciudad natal, Hythe, Kent) Dive deep ha vuelto a unirles con una idea común: "Ya no queremos pintar con un solo color, sino utilizar diferentes voces".