"Me dio tres golpes por ponerle una multa"

Dice que le gustaría cambiar de trabajo, pero no encuentra nada. "Siempre es lo mismo, tú haces tu ronda, alguien se enfada, te insulta, te da un manotazo...". Pide no dar su nombre ni la zona en la que vigila. Ha sufrido tres agresiones en un año como controladora del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), un trabajo en el que el 70% de los empleados son mujeres de unos 40 años, como ella. La seguridad es una de las principales reivindicaciones de los controladores, en huelga desde el lunes. La media es una agresión por semana, según los sindicatos. No más de 10 al año, rebate la patronal del sector.

La mujer muestra la sentencia que condena por una falta de lesiones al hombre que la zarandeó y le propinó tres golpes en la espalda en mayo pasado. Tuvo que indemnizarla con 180 euros. "Eres una hija de puta, te voy a matar", le gritaba, según la denuncia que puso la trabajadora en comisaría. "Pensé que me mataba de verdad". Los golpes le provocaron un esguince cervical que se curó en seis días. El miedo no se le quita. Aún le tiemblan las manos. Y la voz.

"En las rutas estamos desamparados", dice Eugenia Pillado, portavoz de UGT en el sector. Una de las reivindicaciones de los huelguistas es más seguridad en el trabajo, además de un aumento de sueldo para llegar a mileuristas. Tras varias quejas de los sindicatos, las concesionarias habilitaron un sistema de protección, el botón antipánico, instalado en las agendas electrónicas de los controladores. Los sindicatos piden más medidas. "Si trabajáramos por parejas nos sentiríamos más seguros", según Amaya Amilibia, de CC OO. También piden vigilancia policial.

"Trabajar de dos en dos es costoso y no es operativo", rechaza Vicente Beneyto, presidente de ANERE (Asociación Nacional de Empresas de Regulación del Estacionamiento), la patronal mayoritaria en el sector, que rechaza también una vigilancia policial específica. La huelga continúa hoy y seguirá, si no alcanzan un acuerdo, hasta el 13 de junio.