Horitzó TV invita al espectador a realizar su propio programa

Hay espectadores de televisión que llevan dentro un productor de programas en potencia, y a partir de mañana la segunda edición de Horitzó TV, en el espacio La Capella (Hospital, 56), les ofrecerá las herramientas para elaborar y emitir a través de Internet sus propios trabajos audiovisuales: plató, cámaras y el resto del equipo técnico. Es una de las claves de la oferta de este encuentro internacional y exposición dedicados a las propuestas televisivas alternativas que se emiten tanto en los canales analógicos como en las pantallas digitales.

El objetivo de la exposición, que puede visitarse hasta el 29 de junio, es demostrar que en la comunicación de masas actual el receptor ya no es un agente pasivo, sino que puede convertirse fácilmente en un emisor de contenidos gracias a las nuevas tecnologías. Para ilustrarlo, La Capella propondrá varios espacios temáticos dedicados a la reflexión y el repaso a las propuestas audiovisuales en formato blog y la televisión para Internet, por ejemplo. También una selección de los mejores programas vistos en la pasada edición y un vistazo a las cadenas convencionales que emiten actualmente vía satélite.

En el espacio central, convertido en un plató multiusos, se invitará a los visitantes a que elaboren sus propios programas, con el incentivo de que se emitirán en directo (y podrán verse también en diferido) en la página web horitzo.tv. Para despertar la imaginación de los participantes, la organización ha preparado su propia rejilla televisiva. Los formatos escogidos son a veces clásicos, pero aseguran que la perspectiva es innovadora. Hay programas de cocina sólo con productos locales, espacios con consejos prácticos para una "economía de trincheras", otros basados en las viñetas de El Roto y uno elaborado por personas a las que se ha diagnosticado un trastorno mental.

El encuentro de profesionales de la televisión girará en torno a dos ejes: los contenidos elaborados en zonas de conflicto por sus propios protagonistas, como el informativo para la Red Alive in Baghdad, y el debate sobre la propiedad intelectual.