Cierran cinco fábricas textiles en Cataluña con 250 trabajadores

Nueva oleada de despidos en el sector textil catalán. Tres empresas han anunciado a los sindicatos, en apenas 10 días, sus respectivos planes de cierre, que suponen la clausura de cinco fábricas y el despido de 250 trabajadores.

La multinacional DB Apparel, la antigua división textil de Sara Lee, dueño de marcas como Abanderado, Princesa y Wonderbra, entre otras, cerrará sus dos plantas que tiene en la comarca de la Selva, una en Cassà de la Selva y otra en Massanes, en las que trabajan 132 personas. La mayoría son mujeres mayores de 45 años y con 20 de antigüedad, informa Natalia Iglesias. La intención de la empresa, que atribuye la crisis a la necesidad de reducir costes para garantizar la viabilidad del resto del grupo, es cerrar en agosto, después de las vacaciones, según los sindicatos.

Los representantes de los trabajadores se reunirán mañana con la dirección del grupo en Girona y la semana que viene en París con la dirección de la multinacional.

Apparel incluirá un plan social que "atenúe el impacto de esta reestructuración y permita a los colaboradores afectados afrontar su futuro en las mejores condiciones posibles", informó a Europa Press. La compañía no desveló dónde desviará la producción tras el desmantelamiento de ambas fábricas.

La crisis de DB Apparel es un ocaso paulatino que se está traduciendo en el desmantelamiento de su actividad fabril en Cataluña. Hace justo dos años, la multinacional ya cerró dos fábricas en Barcelona, una en Igualada (Anoia) y otra en Olvan (Berguedà), con casi 200 trabajadores, y despidió a otro centenar de personas en la de Massanes y en Mataró. En Maresme mantiene la sede central y su única fábrica en España. También tiene un almacén logístico en Pina de Ebro (Zaragoza). Entre los dos emplazamientos emplea a medio millar de personas.

El grupo Pasarela, otro caso, echará el cierre a sus fábricas de Reus (Baix Camp) y Hostalric (Selva), que afectará a 70 personas. Pasarela está especializado en hilados y tejidos de fibras artificiales y sintéticas y, cuando cierre, se quedará sin actividad. Los sindicatos se reunirán hoy con la dirección de la empresa. Ésta despidió a 91 personas en abril de 2005, con una indemnización de 33 días por año trabajado.

Finalmente, una pequeña empresa que teje lana en Sant Joan de Vilatorrada (Bages), Textil Riba, ha empezado a negociar su clausura con los sindicatos. Tiene poco más de 50 empleados.

Los dos últimos mazazos del sector en Cataluña los han dado grandes empresas. En febrero, Dresca anunció el cierre en Navarcles (Bages), con 180 trabajadores, y un mes antes, Fibracolor, propiedad de Inditex y la Generalitat, anunció la clausura de su centro de Tordera, con 280 personas.