Guerra de camisetas

Donde no alcanza la imaginación de los estrategas electorales llega la de los seguidores de base. Artistas anónimos se han dado al arte de la serigrafía para expresar con camisetas y pósters por qué apoyan a un candidato y no a otro. A principios de enero, las calles de EE UU comenzaron a amanecer adornadas con carteles en los que se exhibía la cara de un Barack Obama mirando al cielo, dibujada en los colores de la bandera americana y con mensajes como "progreso", "cambio" o "esperanza" escritos bajo su cuello. El autor, el artista urbano Shepard Fairey, gurú estético de la escena underground y skater de Los Ángeles, ha arrasado y se han vendido miles de sus camisetas. Una de ellas, firmada por el senador, se ha vendido en Ebay por 5.900 dólares (3.800 euros).

Con Obama ha llegado el estilo pop a la campaña, omnipresente en camisetas, tazas, carteles y chapas. Se le representa en forma de Jesucristo, copiando la famosa serigrafía del artista Van Zan en la que se leía: "Jesus is my homeboy", una expresión urbana que significa "Jesús es mi colega". Miles de seguidores lucen la camiseta en la que se lee "Obama es mi colega".

No todo son alabanzas. También se vende una camiseta en la que se ve al famoso simio de dibujos animados Jorge el Curioso sobre el lema "Obama'08". En algunas se ve al senador con el atuendo keniano que lució en una visita al país y el lema "Osama vota a Obama".

Muchas camisetas presentan a Hillary Clinton como la famosa Rosie que llamaba a las mujeres a unirse a la fuerza laboral en la II Guerra Mundial. Otras la critican como una mujer sedienta de poder. "Cualquiera menos ella", dice una. Hay otras más explícitas, como la que, literalmente, dice "Bro's before Ho's", sobre una foto de los dos candidatos demócratas. Se trata de un mensaje destinado a la población afroamericana, y se podría traducir literalmente como "Prefiero a un hermano antes que a una puta".