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Las entidades financieras restringen los créditos para vivienda protegida

El Gobierno negocia que la banca cubra el 100% del precio de los pisos sociales

Lluís Pellicer

La crisis de liquidez de las entidades financieras está resultando más traumática de lo previsto para el sector inmobiliario. Tanto, que pone en jaque también los proyectos de vivienda de protección oficial (VPO), que en época de crisis se consideran el producto refugio para los promotores. La mala época crediticia afecta tanto a empresas como a particulares. El comprador de pisos sociales se las ve para hallar financiación para el 100% de la vivienda y el promotor no lo tiene fácil para obtener dinero para las promociones.

Las empresas temen no poder urbanizar los nuevos barrios para vivienda social
A la banca cada vez le resulta menos rentable prestar para pisos públicos

La Generalitat trata de arrancar de las entidades financieras un pacto para que éstas cubran el 100% del valor de la vivienda de VPO a través de hipotecas para el 80% del precio y créditos que cubran el resto.

La crisis de la vivienda libre empujará la producción de pisos sociales. "Las entidades ahora no sólo no dan financiación para proyectos con una venta asegurada, como podría ser la VPO, sino que además se aseguran de que el promotor que solicita el crédito tenga experiencia en el producto y la solvencia adecuada", afirma Antonio González Lara, consejero delegado de la consultora Dolmen Consulting, especializada en VPO.

Pero además, añade, el retraso de grandes desarrollos con reservas para VPO está lentificando la salida de estos pisos al mercado. Varios promotores temen que la crisis financiera pueda paralizar el proyecto estrella del Gobierno catalán, las Áreas Residenciales Estratégicas (ARE), nuevos barrios que deben albergar 45.000 VPO. "Todavía queda lejos, pero las ARE que están en suelos privados lo tendrán difícil para financiar la urbanización [calles, alcantarillado, iluminación, etcétera]. Se debe a que no sólo hay vivienda protegida, también libre, y repercute en los costes", señala un promotor de una gran inmobiliaria catalana. Fuentes de la Generalitat sostienen que el proyecto aún está en fase embrionaria, por lo que confían en hallar salidas.

El responsable de inversión de una importante entidad financiera catalana distingue entre tres tipos de VPO. La de régimen especial, para las rentas más bajas, dice que es de difícil financiación, por los estrechos márgenes de las promotoras y por el riesgo de morosidad que, a su juicio, presentan sus solicitantes. Tampoco muestra mucho interés por las viviendas de alquiler, con "periodos de maduración muy largos". Pero el principal problema, que pone en riesgo la VPO de régimen general, es el encarecimiento del precio interbancario del dinero.

"Los bancos se prestan capital con un tipo que roza el 5% y el Plan Nacional de Vivienda fija que el precio para el promotor de VPO sea una ponderación del índice de referencia de préstamos hipotecarios multiplicándolo por el 0,9175. Con este tipo la palmas, porque es más bajo que el precio al que compramos el dinero", afirma.

Coincide con él otro directivo de una entidad financiera, que tampoco quiere ser identificado porque no es "muy popular" negar dinero a VPO. "Hay una solución: dar el crédito a Euríbor y diferencial como en cualquier otro caso, siempre que la empresa sea viable y los números cuadren", remacha.

Ramón Ruiz, gerente de Visoren, dedicada en exclusiva a la VPO en alquiler, admite que "puede sorprender que haya problemas de financiación para la vivienda pública". "Se da por sentado que es la panacea para el sector, cuando las condiciones son estrictas. Tampoco se dan préstamos al comprador como antes y el tipo de interés está fijado por el Gobierno en el 5,09%. El margen es muy estrecho", afirma Ruiz.

La crisis ya se ha notado en la compra de terrenos para VPO. La directora de la oficina de Barcelona de Aguirre Newman, Anna Gener, explica que durante seis meses "se vivió una época de una fuerte demanda de suelo para VPO". "Los promotores tienen la percepción de que el riesgo de comercialización es nulo. Pero ven que en muchas promociones sus clientes no obtienen préstamos, y eso ha frenado las compras en seco", señala.

Menos hogares

Los promotores inmobiliarios se apoyaban en la creación de hogares, sobre todo a raíz de la inmigración, para prever una demanda creciente. Pero el boom del aumento de población ha quedado atrás. Las previsiones de natalidad y de llegada de inmigrantes no son las de antaño.

La directora del Centro de Estudios Demográficos, Anna Cabré, afirmó en un debate organizado por la Asociación de Promotores y Constructores de Barcelona (APCE) que entre 2007 y 2011 la creación de hogares "volverá a los niveles de la década de 1990".

Durante este periodo, afirmó Cabré, se formarán 54.245 núcleos familiares anuales, el 25% menos que en el quinquenio comprendido entre 2001 y 2006. Las proyecciones para el periodo 2012-2016 son de 41.690 pisos al año, el 42% menos. "No necesariamente corresponde al crecimiento del parque de pisos, puesto que aquí entra la vivienda por sustitución [de segunda mano]", sostuvo.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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