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La Barcelona poética rememora la figura de Agustí Bartra

Una placa en su casa natal abre el centenario del escritor

En la rive gauche de La Rambla, ante la fachada de la casa donde nació, en el número 6, el Ayuntamiento de Barcelona colocó ayer una placa conmemorativa del centenario del poeta, novelista, traductor y dramaturgo Agustí Bartra. Era la primera parada de la comitiva, encabezada por el delegado de Cultura del consistorio, Jordi Martí, y los nietos del escritor, que prosiguió camino del jardín del hotel Petit Palace Opera Garden, en pleno Barri Gòtic. Allí se oyó la voz interpuesta del poeta a partir de un recital trilingüe -castellano, catalán e inglés- que fue uno de los actos más significativos de la tercera jornada de Barcelona Poesia.

Rodeados de luces que imitaban la llama de una vela, entarimados sobre el jardín romántico y orquestados por el crítico Sam Abrams, los escritores Enrique Badosa, Jordi Julià, Joan Elies Adell y Vinyet Panyella recitaron poemas de los autores norteamericanos que Bartra tradujo durante su exilio neoyorquino y mexicano, entre 1940 y 1970: desde los versos de Walt Whitman y Emily Dickinson hasta la poesía popular de la tribu de los navajos. "Bartra nunca perdió sus orígenes", afirmó Abrams; "por eso era capaz de interesarse indistintamente por T. S. Eliot o por las tribus indias".

Abrams, experto en la obra de Bartra, lamenta que Cataluña no haya "contado más con él". Y sugiere que parte de la culpa de ese olvido es responsabilidad de las editoriales, que "no han apostado por él a pesar de que es el gran escritor catalán del exilio". En su opinión, "el hecho de que Bartra escribiese también en castellano ha ayudado a tanto desinterés, cosa poco sensata; deberíamos sumar autores, en lugar de restarlos", concluyó.

El centenario de Bartra facilitará este año la recuperación de su obra, que paradójicamente empieza por su obra narrativa. Así, la editorial mallorquina Lleonard Muntaner ha abierto fuego con la recuperación de la novela Crist de 200.000 braços, mientras que Proa ultima para otoño Odisseu, en la que el autor recreó el mito homérico.

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