ETA atenta por primera vez contra una empresa que construye el AVE vasco

Era cuestión de tiempo, según todos los servicios antiterroristas. ETA había convertido en objetivo las obras del AVE vasco. Hasta ahora había instruido a los grupos de violencia callejera para que saboteasen a las empresas adjudicatarias de esas obras, pero no había dado el paso de atentar directamente contra ellas, como hizo en su día en el caso de la central nuclear de Lemoiz o la autovía de Leizarán. Anteayer, presumiblemente varios legales (no fichados) dejaron el sello de la organización en el material de la empresa Amenabar, una de las constructoras de la llamada Y vasca (por la forma de su trazado), que unirá las tres capitales.

Los terroristas colocaron dos bombas en sendas excavadoras que Amenabar está empleando en las obras de la variante de Urnieta (Guipúzcoa). Las máquinas estaban situadas en la ladera del barrio de Santa Bárbara, en Hernani. Según los análisis de la Unidad de Desactivación de la Ertzaintza (UDE), el explosivo, posiblemente amonal, estaba colocado en dos recipientes metálicos. Ambos artefactos habían estallado a las 2.30. Las explosiones dañaron las máquinas, pero en una primera inspección los ertzainas que acudieron al lugar no encontraron indicios de ningún ataque. Fue sobre las 8.15 cuando los trabajadores de las obras de la variante encontraron las dos máquinas afectadas. La confirmación de que ETA era la autora del ataque la dio por la tarde un comunicante que reivindicó la acción en una llamada a la DYA de Vizcaya en nombre de la banda.

Un informe policial del Ministerio del Interior fechado el pasado 7 de febrero había enmarcado la intensificación de los sabotajes dentro de la "estrategia diseñada desde ETA contra el proyecto de alta velocidad en Euskadi".

No fue el único ataque cometido ayer. Una explosión destrozó anoche una furgoneta usada por la unidad canina de la Ertzaintza en la localidad vizcaína de Barakaldo. El ataque muestra que los dos agentes de la misma estaban siendo vigilados por los activistas, ya que éstos pusieron el artefacto mientras ambos se dirigían a cenar tras haber dejado la furgoneta, sin distintivos, en un aparcamiento de la calle Gernikako Arbola de la mencionada ciudad. La bomba estalló justo cuando ambos acababan de pagar el garaje y se disponían a coger el vehículo.

La composición exacta del artefacto estaba siendo investigada anoche por los artificieros de la Ertzaintza para determinar si era un atentado frustrado o un ataque de kale borroka. No se registraron heridos, aunque otros vehículos quedaron dañados por la explosión. La zona permanecía acordonada a las 23.20 mientras los agentes descartaban que hubiese más bombas.