Militares extranjeros mataron a Ricardo Ortega
El periodista murió por disparos recibidos en Haití
Hasta ahora, la versión oficial sobre el asesinato del periodista Ricardo Ortega en Puerto Príncipe (Haití) atribuía su muerte a un grupo de partidarios del derrocado presidente Jean Bertrand Aristide. Hasta ahora, la investigación sostenía que el reportero de Antena 3 murió al término de una manifestación de júbilo por la caída del tirano autócrata, cerca del Palacio Nacional, el 7 de marzo de 2004. Atendiendo a esta versión, nueve haitianos fueron acusados de "asesinato con premeditación".
Sin embargo, un auto del juez de instrucción que lleva el caso en Haití ofrece una versión radicalmente distinta: "Han sido militares extranjeros quienes han disparado a la altura del pecho" y "son responsables de la muerte del periodista español Ricardo Ortega". La resolución se apoya en las declaraciones de los testigos. Uno de ellos fue tajante en su explicación: "Un proyectil alcanzó a mi primo François Joseph en la cadera mientras otro se encontraba en el patio. Esta ráfaga de cartuchos que impactó en mi primo alcanzó también al periodista español Ricardo Ortega que se encontraba también en el patio de la casa".
Según los testigos y las investigaciones que sobre el terreno realizó un equipo de Antena 3 encabezado por Jesús Martín, Ortega estaba refugiado en un callejón de Puerto Príncipe mientras él y otros informadores socorrían a un fotógrafo estadounidense herido. Desde allí pidieron ayuda a la embajada de EE UU. Cuando se escucharon los vehículos para, supuestamente, prestar ayuda, Ricardo salió al patio de la casa. Una bala le atravesó el cuerpo. Su cámara filmó la trayectoria del proyectil, pero oficialmente se ignora cuál fue el arma que disparó.
Ante el nuevo rumbo que han tomado las todavía opacas circunstancias de la muerte de Ricardo Ortega, sus padres pidieron ayer al Gobierno que solicite de los países con fuerzas militares desplegadas en Haití en aquellos momentos, información de su supuesta participación en lo ocurrido. La familia reclama ayuda gubernamental para que se abra una nueva instrucción. Argumenta que sus únicos objetivos son saber la verdad de lo que pasó tras la tapia del callejón de Puerto Príncipe y que el crimen no quede impune. "Es lo menos a lo que tenemos derecho", dicen.
