La juez del caso pone bajo sospecha a su antecesora
Cinco años y medio después de una de las mayores catástrofes ecológicas ocurridas en España, nadie sabe cuando, cómo y quién se sentará en el banquillo de los acusados. La ya muy enmarañada instrucción del caso Prestige, en el pequeño juzgado de Corcubión (A Coruña), acumula más de 15.000 folios de sumario sin que se vislumbre fecha para el juicio oral.
Tras toda clase de demoras y avatares durante el último lustro, un nuevo nubarrón pesa sobre el caso. La titular del juzgado, Carmen Veiras, ha puesto bajo sospecha a su antecesora, la juez sustituta María Jesús Souto, al sostener que esta última ha ejercido de forma simultánea el cargo con la profesión de abogada. De ser cierto, constituiría una incompatibilidad censurada por la Ley del Poder Judicial y abriría la puerta a la nulidad de todas las actuaciones o resoluciones adoptadas por Souto entre 2004 y septiembre de 2006.
La dilación del caso ha sido denunciada por injustificada y excesiva por la Fiscalía del Tribunal Superior de Galicia.
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