El Círculo vuelve a la carga con el modelo empresarial catalán

La crítica al modelo empresarial catalán y los problemas de liderazgo se convirtieron en dos de los grandes caballos de batalla del Círculo de Economía bajo la presidencia y la impronta del presidente de Planeta, José Manuel Lara. Un duro documento de opinión de la entidad del pasado noviembre, que llamaba a la "autocrítica" a los empresarios catalanes por su victimismo ante Madrid y "falta de ambición", revolvió las tripas a una buena parte del establishment.

Pues seguirá en la brecha. El nuevo patrón de este foro de la élite empresarial y académica catalana, Salvador Alemany, ha tomado ambos frentes como grandes proyectos de sus tres años de mandato, con un discurso de continuidad, aunque su tono se presume más tibio. Alemany, consejero delegado del grupo de infraestructuras Abertis, llamó a la empresa catalana a ganar "autoestima" y alejarse del "victimismo y las comparaciones" con el resto de España, y confió en sus aptitudes para "ganar la Liga". A la pregunta de si considera que Cataluña adolece de "falta de liderazgo", Alemany reflexionó sobre la necesidad general de formar "nuevos líderes" y crear incentivos para que los más preparados quieran asumir cargos en cualquier ámbito.

"Ésta no es una sociedad que premie el perfil alto, y ello no facilita la salida de personas que quieran asumir riesgos", explicó Alemany. En este contexto, manifestó su preocupación por "promover liderazgos que no sean suicidios. No puede ser que sólo asuman los cargos los que no tienen nada que perder". Lara lo suscribió y aseguró que "el líder es el que gana la carrera. Si salen pocos y malos, el líder no será tan bueno, pero no hay criticar al que gana la carrera, sino al que no la ha corrido. Esta sociedad destroza al que se equivoca".

Lara arremetió en 2006, durante las jornadas económicas del Círculo en Sitges, contra la falta de liderazgo -en aquel caso, político- en Cataluña y dijo que el entonces presidente, Pasqual Maragall, no había "querido o podido", o no le habían "dejado", ejercer aquel liderazgo.

Lara aprovechó ayer su despedida como presidente del Círculo para recordar con mal sabor de boca el disgusto de Maragall. "Me supo mal porque es una gran persona, una de las grandes en política, pero a veces te toca molestar así a un amigo", apuntó.