Empezar desde cero o subirse al carro de la deliberación

La complejidad del Estatuto de Cataluña, el larguísimo listado de impugnaciones (113 artículos, 9 disposiciones adicionales y tres finales, sólo por el PP), y el tiempo que se toma el Constitucional en las deliberaciones deja en realidad abiertas todas las opciones, aunque la preferida por el PP es que la sentencia se dicte antes de la renovación pendiente de cuatro miembros del Tribunal.

La deliberación sobre el Estatuto se realiza sobre borradores, casi artículo por artículo, pero la votación se registrará al final y hasta esa votación, no habrá sentencia. ¿Qué pasa si entretanto se produjese la renovación?

Según fuentes del tribunal, el pleno podría acordar incluso que se iniciasen las deliberaciones desde el principio, desde cero. Pero de acuerdo con la práctica habitual, lo más previsible es que se conceda un tiempo a los cuatro nuevos magistrados para que se pongan al día sobre lo ya deliberado por el pleno. No se volvería sobre aquellos puntos que fuesen asumidos por los nuevos magistrados, mientras que sobre aquellos en los que uno o varios de los nuevos jueces se mostrasen en desacuerdo se volvería a deliberar.

Si la renovación se produce antes de la sentencia, habría que reasignar las ponencias del recurso del Defensor, a cargo de Jorge Rodríguez Zapata, y del interpuesto por la Comunidad de Aragón, que corresponde al vicepresidente Guillermo Jiménez, dado que ambos deben dejar el tribunal. Además, el tribunal delibera alternativamente sobre varios asuntos a la vez. Ahora se dedica a las cuestiones de inconstitucionalidad sobre la Ley Integral de Violencia de Género y al Estatuto de Cataluña, pero cuando acabe el primer asunto -que lleva múltiples borradores y tres proyectos de sentencia- abordará el Reglamento del Senado, que también debe quedar despejado antes de la renovación.