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Entrevista:JOSÉ MANUEL LARA | Presidente de Planeta

"La época de tormentas es buena para comprar"

Lo último que ha leído José Manuel Lara (Barcelona, 1946) dice bastante del empresario. En un ecléctico ejercicio comparativo, el pasado fin de semana se merendó simultáneamente el retrato de la Pasionaria escrito por Santiago Carrillo y las memorias del ministro falangista José Utrera Molina. "Te das cuenta de que eran gente de buena fe y que lo que creían estaba por encima de todo... Me gusta leer de lo que han hecho los otros para no equivocarme en lo mismo. Se aprende un huevo", asegura. Y también afirma, contra el dicho, que la época de tribulaciones es ideal para mudanzas. Por eso, ultima la compra de Editis, el segundo gigante editorial francés, por 1.000 millones de euros, para lo que se endeudará en 600. El salto le llevará a una cifra de negocio, editorial y no editorial, de 3.300 millones.

"Estoy dispuesto a igualar a Iberia en la futura Vueling junto a socios catalanes"
"El día que necesite salir a Bolsa, saldré; Planeta no teme al mercado"
"La desaceleración irá a más, pero podemos aguantar tasas de paro del 10%"
"Inversiones Hemisferio va a cerrar nuevas operaciones"

Pregunta. La banca le va a prestar 600 millones para Editis. ¿No habían cerrado el grifo?

Respuesta. Los bancos venden menos dinero, y el dinero es más caro, cierto..., pero medio punto, no tres. ¿Qué van a hacer si no? ¿Vender churros? Tendremos el préstamo con BNP, Calyon y Natexis. Con la actual situación, lo que no habrá es dinero para hacer operaciones financiadas al cien por cien. Habrá que poner capital propio.

P. ¿Por qué banca francesa?

R. Porque vinieron a buscarnos. Llevamos en España cinco años, al menos, en que el crecimiento de los pasivos en el mercado, las cuentas de clientes de la banca española, están creciendo al 12%, y los activos, la inversión en créditos, el doble, al 24%. Eso quiere decir que el sistema financiero español ahorra la mitad de lo que invierte. La otra mitad sale del mercado financiero internacional. De todas formas, algún banco español acabará entrando en esa sindicación. No piensen mal: la banca española hoy no tiene problemas de solvencia. Yo no sé si podría haberlos en algunas cajas medias, pero en la banca no la hay.

P. ¿Cuánto durará la crisis?

R. Como mínimo, este año y el que viene, hasta principios de 2010. Pero quien compare esto con las crisis históricas se equivoca. La economía española no se parece en nada a la de hace 15 años: la empresa española está mucho mejor capitalizada y estructurada. Hay más psicosis de crisis que crisis. Lo que se está dando es una desaceleración que aún no ha tocado fondo y que irá a más. Pero si nos organizamos bien, podemos aguantar tasas de paro del 10%. No soy tan viejo y he vivido con tasas de paro del 23%.

P. Con la compra de Editis, ¿busca musculatura financiera?

R. No, no. Está aquel dicho de "en época de tormentas, no hagas mudanzas", ¿no? Pues yo la acuño al revés. Aquello era verdad antes: tras la tormenta, se quedaba todo como estaba antes. Hoy, tras la tormenta, se han repartido las cartas de nuevo, y como no hagas la mudanza, cuando pasa la tormenta, te encuentras en una esquina del barrio marginal donde no llega ni el agua del grifo. Hace un año y medio, Editis no la hubiéramos podido comprar, porque el capital riesgo estaba dispuesto a pagar mucho más. Ahora, los fondos están retraídos y se puede comprar más que antes.

P. ¿Significa un retorno al crecimiento editorial del grupo tras la expansión en otros mercados?

R. Puede parecerlo, pero no. Ahora, con esta operación espectacular, parece que volvemos a la edición, pero ya hemos estado comprando editoriales estos años durante la expansión en medios. Lo que ocurre es que en el mundo del libro lo tenemos cada vez más difícil: el Tribunal de la Competencia no nos deja ni mirar. El único entorno en el que en España nos gustaría entrar es en el del libro de texto, y no puedes hacerlo con una nueva firma. Debes entrar en una de las tres grandes (Santillana, Anaya y SM), y ninguna está en venta.

P. ¿Editis es para Planeta la punta de lanza de su entrada en el mercado del libro de texto?

R. Hoy no puedo responder a esa pregunta. Utilizaremos la experiencia de Editis: les pediremos un plan de negocios del libro de texto en España y si podemos hacer una nueva empresa o no. Puede que acabe siendo así. Pero no se ha comprado Editis para eso. Para entrar en el libro de texto hace falta una gran musculatura: una gran inversión, un centenar de libros, una red comercial potente... Puede ser una punta de lanza, pero no es fácil.

P. ¿Abre así la expansión de Planeta en Europa y el asalto a la edición en inglés?

R. Lo hace más posible, pero ahora no nos vemos con ánimo: vamos a dedicar a gente de primera línea en Editis durante un tiempo. Aunque ello no parará Hemisferio o la parte de medios.

P. ¿En qué más se pueden beneficiar de Editis?

R. En que pueden ayudarnos a crear un supercentro de distribución del libro español. Ellos tienen Interforum, algo impresionante

[puede recibir 850 toneladas de libros al día, y almacenar y gestionar hasta 50 millones de libros]

mucho más avanzado que el nuestro.

P. ¿La distribución es el talón de Aquiles del libro en España?

R. Hoy es el tema clave y el mayor servicio que podemos hacer los grandes editores a los pequeños. Lo que me gustaría llegar a hacer en la etapa profesional que me queda es convencer al sector de crear una gran distribuidora de apoyo y servicio a los editores medios. Tienen que meterse en la cabeza que su problema son la eficacia y el coste de la comercialización del libro. No quiero ser Robin Hood. Al sector entero nos interesa, ellos tienen más posibilidades de encontrar nuevos escritores, tienen un contacto más cercano.

P. En un sector cada vez más mercantilizado, ¿hasta cuándo resistirá el precio fijo del libro?

R. Yo defendí el precio fijo, pero propuse a la Administración y al sector que se mantuviese 10 años a cambio de que se creara un plan muy potente de librerías. Fracasé. Pero el precio fijo del libro caerá, no podemos mantenernos en una isla: el comercio será cada vez más de servicios y menos de productos, y el libro no va a ser una excepción.

P. Es accionista de diarios opuestos como Avui o La Razón. ¿Ha invertido en ellos o en otros medios como peaje político?

R. No. Una empresa no tiene ideología; tiene que poder hacer un periódico como La Razón, de derechas y españolista, y el Avui, que es como mínimo catalanista. Nunca me presionó nadie. Creíamos que era posible asegurar la permanencia del Avui. Puede sonar rimbombante, pero era un servicio a la sociedad por el valor simbólico de su cabecera: el primero en catalán tras el franquismo.

P. ¿Tiene aún 400 millones para adquirir el Grupo Zeta?

R. El área de medios podría; la que ahora está agotada es la de libros. Aquí hay murallas chinas.

P. Usted siempre ha sido muy crítico con los empresarios catalanes que temían salir a Bolsa o asociarse para crecer. Pero para Planeta eso es casi un tabú.

R. No es cierto. Yo he lanzado a Bolsa dos empresas con socios: Antena 3 y Vueling. Uno puede buscar, ir al mercado por arriba o por abajo, y de momento lo hago abajo, porque no necesito hacerlo arriba. El día que lo necesite, lo haré arriba. Ni yo ni este grupo tememos al mercado de capitales. Pero en este país pareció durante un tiempo que salir a Bolsa era un fin. Y es sólo un medio. Es lo mismo que comprar una empresa. Salir a Bolsa es para que un accionista se vaya o para acometer una inversión que no puedes realizar con recursos propios. Y, hasta ahora, no hemos dejado nunca de hacer una inversión por ellos. Lo que no se puede es ir al mercado de capitales para pagar mucho más de lo que crees que vale. Tengo la seguridad de que, en cuatro años, el valor de Editis habrá aumentado en un 40%-50%, pero soy industrial y tengo vocación de permanecer.

P. Inversiones Hemisferio sí es una sociedad inversora. ¿Qué rumbo va a llevar ahora?

R. Hasta 2006, estaba muy metida en inmobiliaria. Teníamos el 6% de Metrovacesa, el 10% de Landscape... De ahí nos salimos: ¡eso sí es el mundo financiero! También estamos, con el 6,5%, en el Banco Sabadell, al largo plazo. O en otras operaciones que son pura inversión. Y ahí el criterio es entrar y salir cuando conviene.

P. Pero ¿puede acometer nuevas inversiones? ¿Qué sectores son estratégicos?

R. Habrá, pero responder eso me puede costar dinero.

P. ¿En qué punto están las negociaciones con Iberia para fusionar su participada, Clickair, con Vueling? ¿La marca que sobrevivirá es Vueling?

R. En principio, estamos de acuerdo en que la marca sea Vueling: los expertos dicen que tiene mejor imagen que Clickair. Eso no es problema, pero sí encontrar un funcionamiento que asegure que tiene alma propia, que no será una filial de Iberia. Habrá decisiones que se tendrán que tomar que no serán lo mismo para los intereses de Vueling que para los de Iberia. Y hemos de asegurar que las decisiones se tomen en Vueling y para interés de Vueling. Si la fusión es pura y simple, la que tendría más acciones sería Iberia; tengo que asegurarme un mecanismo.

P. ¿El mecanismo no es limitar los derechos políticos?

R. Hay muchos, como reforzar los derechos de minorías para decisiones estratégicas. Y eso es lo más complicado. Lo más difícil es prever el escenario de aquí a ocho años. Los temas de posibles conflictos de intereses los sabemos todos. Yo estoy haciendo ahí como de CNMV.

P. ¿Qué participación quiere?

R. La que garantice la independencia de la compañía. Estamos dispuestos a igualar la de Iberia si hace falta, y tenemos la suerte de que hay otros inversores catalanes que nos quieren acompañar en esa inversión para equilibrar a Iberia.

P. Se baraja que Iberia alcance un 40%...

R. Entonces con nosotros sería un 80%, y es casi sacarla de Bolsa. Iberia tiene un problema previo, que han de decidir en el seno de Clickair, de cómo regularizan los derechos políticos y los económicos. De eso podría salir que Iberia alcanzase el 80% de los derechos. Es un problema de salida, porque necesitaría una dispensa de la CNMV para no lanzar una OPA.

P. ¿Han llegado a un acuerdo en la ecuación de canje?

R. Las diferencias son salvables.

P. Como presidente [hasta junio] del Círculo de Economía, ¿qué opina del plan de choque a la crisis anunciado por Solbes?

R. Son medidas buenas si luego van seguidas de un plan más serio; si no, son insuficientísimas. Si hasta después del 9 de marzo no había crisis, es normal que no tuvieran un plan de choque... No sé si había crisis; había indicadores, pero también tremendismo. Alguna medida, como la devolución de 400 euros a los contribuyentes, no producirá un efecto proporcional al dinero que cuestan. Es un 0,6% del PIB, mucho dinero, y si la psicosis sigue, no van a estimular el consumo, sino que la gente los destinará a reducir la deuda. Eso no anima la economía. Aunque Solbes me merece enorme credibilidad. Ha hecho buen trabajo en momentos difíciles.

P. En cuanto a la formación...

R. Lo que tienen que hacer los políticos es preocuparse del largo plazo, porque en el corto hemos demostrado que nos las arreglamos solos. Hay que apostar por una educación general y una formación continua, porque lo que se enseña en la universidad se queda obsoleto. Hay que enseñar a hablar, a escribir y a buscar información. Porque este país no es lo que era, pero al final puede volver a serlo.

P. ¿Y en qué invertir ahora? Porque el ladrillo...

R. El ladrillo volverá a subir. A la larga, siempre es rentable, y a partir de otoño no bajará más. -

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