Elorrieta y Usabiaga se despiden con una arenga soberanista
UGT y CC OO reclaman al Gobierno vasco que favorezca la concertación
Los secretarios de ELA, José Elorrieta, y de LAB, Rafa Díez Usabiaga, aprovecharon la última festividad del Primero de Mayo que celebrarán al frente de sus sindicatos, antes de su anunciado relevo en los próximos meses, para dejar su testamento sindical. Y lo hicieron con un discurso marcadamente político en el que reivindicaron el soberanismo como fórmula para mejorar la calidad de vida de los trabajadores. "Nosotros claramente creemos en el soberanismo y no creemos que el estatutismo tenga ningún recorrido", aseguró Elorrieta en el Sagrado Corazón de Bilbao, minutos antes de comenzar la manifestación por la Gran Vía.
"Somos partidarios de la consulta de Ibarretxe, pero no de su hoja de ruta"
UGT y CC OO demandan juntos "trabajos dignos en sociedades decentes"
ELA celebrará los días 26 y 27 de noviembre en Bilbao su XII Congreso Confederal, en el que Adolfo Txiki Muñoz, tomará el relevo. Rafael Díez Usabiaga dejará el testigo en manos de Ainhoa Etxaide, actual secretaria general adjunta y considerada como cabeza del sector más duro de la organización, en el congreso que LAB celebrará en Barakaldo los días 22 y 23 de mayo.
Al igual que Elorrieta en Bilbao, Díez trufó en Pamplona las consignas sindicales con las políticas, en un discurso claramente volcado en la apuesta de su organización para propiciar un cambio político y social en Euskal Herria que permita superar una etapa "de imposiciones, de negación y de confrontación".
Ambos coincidieron en que la pieza angular para desbloquear la situación es la consulta popular que propugna el lehendakari Juan José Ibarretxe. "Somos partidarios de la consulta que propone el lehendakari, pero no de su hoja de ruta", precisó Elorrieta. Según el líder de ELA, Ibarretxe ha cometido la torpeza de abandonar la búsqueda de consensos con sectores favorables al ámbito vasco de decisión. "El conflicto político existente necesita de soluciones democráticas que pongan a este país en la antesala de un nuevo ciclo", subrayó a su vez Díez Usabiaga tras desfilar en la capital navarra con una pancarta en la que proponían: "Langileok aldaketa eragin. Gora Euskal Herria Gorria ("Trabajadores participemos en el cambio. Arriba Euskal Herria roja").
ELA y LAB discreparon sin embargo al evaluar los dos atentados con los que ETA irrumpió en el Primero de Mayo. Mientras ELA se alineaba con UGT y CC OO en el rechazo al ataque de los terroristas contra dos edificios de organismos relacionados con el mundo laboral -un pabellón de la Tesorería de la Seguridad Social en Arrigorriaga, y sede de Osalan en San Sebastián- los portavoces de LAB no dijeron ni media palabra en contra de ETA.
Pero esa no fue la única brecha entre los representantes de los trabajadores. Como todos los primeros de Mayo desde hace más de una década, sólo CC OO y UGT fueron capaces de elaborar un discurso y una celebración conjuntas. La diversidad de convocatorias en las calles de las capitales de Euskadi y Navarra reflejaron la división endémica del sindicalismo vasco.
El mayoritario ELA apenas si firma convenios sectoriales, frente a CC OO y UGT, quienes, a veces con LAB, apuestan por ese tipo de acuerdos que dan cobertura, sobre todo, a los trabajadores de pequeñas empresas. Este año deberán renovarse las condiciones laborales de unos 200.000 asalariados, de los que 150.000 se rigen por pactos sectoriales. El último convenio del sector público, en 2005, lo firmó la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, con CCOO y UGT en minoría, en medio de un gran enfado de la central de Elorrieta. La crisis en las relaciones laborales se ha extendido también a órganos como el CRL, el Consejo Económico y Social, y Hobetuz, la fundación para la formación continua.
CCOO y UGT se manifestaron en las tres capitales vascas con el lema "Es el momento de la igualdad y el salario digno", aunque los secretarios generales de ambos sindicatos acudieron a la de Bilbao. El líder de CCOO en Euskadi, Josu Onaindi, reivindicó que los trabajadores no paguen una vez más la crisis, y el de la UGT vasca, Dámaso Casado, exigió al Gobierno autónomo que recapacite y empiece a contar con las centrales.
Las dos organizaciones hicieron hincapié en las condiciones salariales y de seguridad de los trabajadores, después de que el pasado año murieran 101 personas en accidente laborales y hayan fallecido 25 desde el comienzo de éste. En un acto político conjunto celebrado tras la manifestación, Onaindi lamentó que la crisis económica "está afectando a los sectores menos protegidos de la sociedad", es decir, las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes. Casado manifestó su solidaridad "con el conjunto de los trabajadores del mundo que no tienen la posibilidad de tener libertad y leyes que les amparen para defender sus derechos".
En el comunicado conjunto, las dos organizaciones asumen como gran reto sindical la lucha contra la dualidad en la sociedad y en el empleo, "por la consolidación de trabajos dignos en sociedades decentes, contra la siniestralidad laboral y la disponibilidad sin fin por parte de las empresas". Además, critican el sabotaje que se ve sometida la concertación y que favorece "la unilateralidad de las actuaciones de los poderes públicos y del lobby empresarial".
Más información en páginas 22 a 24
Caerse en el portal es accidente 'in itinere'
Caerse por la escalera del portal de casa cuando se acude al trabajo puede considerarse ya un accidente in tinere a todos los efectos. El Tribunal Supremo ha ratificado una sentencia del Tribunal Superior del Justicia del País Vasco en la que se acreditaba como accidente laboral in itinere la caída que sufrió una trabajadora de la limpieza en diciembre de 2003.
Según la sentencia, conocida ayer, una vez que el trabajador desciende las escaleras del inmueble en el que se encuentra su vivienda, "ya ha iniciado el trayecto que es necesario recorrer para ir al trabajo". La Sala de lo Social del Alto Tribunal estima que el trabajador ya no se encuentra en ese momento en el espacio cerrado, exclusivo y excluyente para los demás que es el hogar, sino en un lugar de libre acceso para los vecinos y susceptible de ser visto y controlado por terceras personas ajenas a la familia.
El Supremo desestima con esos argumentos el recurso presentado por la Mutua Asepeyo, que rechazó asumir las responsabilidades derivadas de la caída de Ana María Coello, trabajadora de la empresa bilbaína de limpieza Garnica S. A., y que solicitaba que se declarara la contingencia de enfermedad común.
Ana María resbaló al descender las escaleras de su portal, que se encontraban mojadas, y se provocó una fractura común de muñeca, que la mantuvo de baja laboral durante varios meses.
Los magistrados de la Sala de lo Social del Supremo indican que una cosa es un accidente sufrido dentro de la vivienda y otra diferente en los elementos comunes de fuera que ha de transitar para salir. La sentencia pone de manifiesto que en el caso de esta trabajadora "no existe duda alguna" de que realizaba el trayecto con la finalidad de ir al trabajo por lo que el accidente se produjo in itinere.
Las frases del Primero de Mayo
- José Elorrieta: "La conducta de la patronal, la verdad es que no nos pilla por sorpresa. Ellos van a lo suyo. Son genéticamente codiciosos".
- Josu Onaindi: "Para unos trabajadores reclamamos 1.000 euros y luego oímos que uno [Eduardo Zaplana] se va a Telefónica a cobrar un millón de euros, y hoy otro [David Taguas] se va a la patronal de la Construcción".
- Dámaso Casado: "El lehendakari está todo el día pidiendo a la gente que esté con él, y a nosotros no nos llama absolutamente para nada. No hay diálogo social y estamos perdiendo derechos y mejoras".
- Rafael Díez Usabiaga: "Cuando se habla de desaceleración se pretende dar una vuelta de tuerca más a los derechos de los trabajadores, con moderación salarial, mayor flexibilidad y más privatizaciones".
- José Elorrieta: "Los abertzales estamos atravesando uno de los peores momentos de los últimos veinte años".
- Dámaso Casado: "Llevamos muchos años de grandes beneficios de los que sólo se han aprovechado unos poquitos mientras los trabajadores siguen sin aumentar su poder adquisitivo".
- Josu Onaindi: "No podemos aceptar, bajo ningún concepto que la crisis la vuelvan a pagar los trabajadores, y menos aun los más desprotegidos".
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