Cerca de 10.000 ganaderos protestan contra los bajos precios de la leche
Los tres sindicatos agrarios respaldan la manifestación en Santiago
La intermitencia de los paraguas y las gorras repartidas por la mercadotecnia sindical dominaron la manifestación. Fue en Santiago de Compostela, transcurrió entre la estación de tren y la plaza de A Quintana, y reunió a miles de ganaderos detrás de la pancarta "Prezos xustos para o leite e o carne. Solucións xa". El malestar agrícola se visualizó ayer en la capital de Galicia, convocado por los tres sindicatos del campo, Sindicato Labrego Galego, Unións Agrarias y Xóvenes Agricultores, y con un lema clásico, recuperado de las movilizaciones contra la cuota láctea, en las bocas: "Queremos producir / para poder vivir".
"Lo que está en juego, al fin y al cabo, es la alimentación", declaró antes de que la marcha hubiese arrancado la secretaria general del SLG Carmen Freire, "una cuestión de toda la ciudadanía". Pero la ciudadanía, sin embargo, no pareció haberse enterado de que los labriegos recorrían las calles de la urbe. A pesar de bocinas, cencerros y petardos, la manifestación resultó estrictamente sectorial y los manifestantes, llegados en autobuses, marcharon al acabar los discursos de A Quintana.
Los ganaderos, procedentes de las 14.000 explotaciones de leche y las 15.000 de carne aún activas en Galicia, protestan por los bajos precios que les ofrece la industria. "Pedimos estabilidad en las relaciones con la industria", casi tronó desde la tribuna el secretario general de UU AA Roberto García, "regular los contratos". Hasta ahora, las factorías lecheras y cárnicas imponen a productores los precios arbitrariamente. El contrato homologado centra las reivindicaciones de los trabajadores agroganaderos, "para poder negociar los precios en pie de igualdad". Desde los sindicatos, repiten cifras una y otra vez: "El Estado español sólo produce 6 de cada 10 litros de leche que consume". García exigió un plazo para llegar a acuerdos y lo fijó en mayo.
"Buena falta hacía que viniese toda esta gente", comentaba un paisano de Silleda mientras Francisco Bello, líder de Xóvenes Agricultores se refería a la inexistencia de "división alguna, excepto aquella que quiere provocar la industria". Esa industria láctea a la que tan susceptibles se mostraron los asistentes a la manifestación de Santiago. Tres ganaderos especulaban ante el palco de oradores sobre "las gentes que mandan los de las fábricas a mirar quién va a protestar". Bello, al frente de la organización más cercana al PP, habló de la necesidad de manifestarse, "sino estuviésemos aquí, no habría solución", y terminó con un llamamiento a "la unión".
Para Carmen Freire, del Sindicato Labrego, no se debe tolerar que "se anuncie el cierre de más explotaciones". "Pues yo ya lo tengo anunciado", replicaba desde el público un manifestante, "me quedaré con dos o tres vacas para pasar el tiempo". La sindicalista, en el discurso más conciliador de los tres oídos en A Quintana, afirmó la necesidad de "un criterio de país" y fue la única en recordar el contexto internacional, sin el que difícilmente se entiende el problema agroganadero en Galicia: "Que no se vuelva a hablar de biocumbustible, es lo que encarece los cereales". "Porque", terminó, "todo esto beneficia a las multinacionales a las que, al cabo, sirven los gobiernos".
A la protesta de, según los organizadores, los 10.000 ganaderos, asistieron diputados de los tres partidos del Parlamento gallego -Marisol Soneira por el PSdeG, Roberto Castro por el PP, y Carlos Aymerich por el BNG-, el diputado nacionalista en el Congreso, Francisco Jorquera, o el ex portavoz del mismo partido Xosé Manuel Beiras.
Por otra parte, el propietario y administrador único de Leite Río, Jesús Lence, rebajó su amenaza de dejar de recoger 100.000 litros diarios de leche a partir del 1 de mayo, al haber aceptado continuar como transportador de la leche que produce la cooperativa O Caxigo del municipio lucense de A Pastoriza, informa Arcadio Silvosa. Por el contrario, el empresario confirmó que desde hoy dejará de recoger 50.000 litros diarios de leche en la provincia de León y que tampoco se hará cargo de unos 400.000 litros mensuales de la cooperativa Pico Sacro, en el ayuntamiento de Boqueixón.
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