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El juicio que Enaitz nunca tuvo

La Fiscalía de La Rioja presenta nuevas pruebas para pedir la reapertura del caso - Alega que no ha habido una investigación judicial profunda

La primera instrucción por la vía penal contra Tomás Delgado cabe en apenas una página. No declaró el conductor que atropelló a Enaitz Iriondo la noche del 26 de agosto de 2004, ni la familia del joven, ni el testigo que aseguró ante la Fiscalía de La Rioja que Tomás Delgado "no paraba en su presencia de insultar a los padres de Enaitz (...) y de manifestar su urgencia por irse a cazar".

Tampoco declararon los peritos de la familia Iriondo, quienes desde el primer momento cuestionaron el atestado de la Guardia Civil, que después resultó ser erróneo. Por todo ello y más, la Fiscalía de La Rioja quiere llevar a juicio el caso Enaitz.

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"Hay nuevos elementos probatorios", reiteró ayer el fiscal superior, Juan Calparsoro, quien presentó sus diligencias informativas sobre este asunto ante el juzgado competente, el de Instrucción número 1 de Haro (La Rioja). El escrito pide formalmente la reapertura de la vía penal contra el hombre que atropelló y mató al joven de Durango en Castañares de Rioja.

Ahora todo está en manos de la juez Marta Iciar Fernández Hierro, que ya en su momento desestimó un recurso de la familia, antes de que el atestado inicial se demostrara erróneo. La decisión de la juez podría ser cuestión de unos días, según Calparsoro: "Si reabre el caso, podrá acordar las diligencias que estime oportunas. Si no, todavía se puede recurrir a la Audiencia Provincial de Logroño", que también desestimó otro recurso de la familia Iriondo.

Según el fiscal, que lleva más de tres meses trabajando en el caso, el primer sobreseimiento acordado por la juez Elena Lumbreras Lacarra en septiembre de 2004 "fue prematuro", debido a que no se realizó una investigación a fondo de lo sucedido. En su escrito, argumenta los padres "nunca han sido informados de sus derechos por ninguna autoridad", ni de las posibilidades que tenían de recurrir el sobreseimiento.

El propio fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, incidía en ello ayer desde Valencia, apoyando la decisión de Calparsoro, informa Efe. Según Vargas, es necesario iniciar "una investigación judicial que nunca se ha producido" y llevarla a cabo "con plenas garantías" para Tomás Delgado, el conductor que atropelló a Enaitz. Las diligencias de la fiscalía también reiteran que "son improcedentes los juicios paralelos sobre su culpabilidad", recordando la presunción de inocencia hasta que se pruebe lo contrario.

El fiscal apunta en su petición a la juez varios argumentos que en su momento no se conocieron y que considera nuevos elementos de prueba: Delgado podría circular a 160 km/h (el atestado primero apuntó 113 km/h) y el conductor pudo ver al ciclista con tiempo suficiente para realizar una maniobra de frenada, según el nuevo atestado de la Guardia Civil de Tráfico.

La colisión fue por alcance y, según otro testigo, Enaitz llevaba "unos pocos metros" ya incorporado a la carretera. El conductor circulaba de noche cerca de un camping en agosto, por tanto, con movimiento de personas en las proximidades de la vía, algo que no tuvo en cuenta. Además de la tasa de alcohol (0,23-0,27 mg, cuando el límite legal es 0,25), las diligencias apuntan a un posible consumo de drogas por parte de Delgado, quien reconoció haberlo hecho en el pasado.

Las diligencias sí confirman que "la imprudencia del ciclista radicaría en no llevar prendas reflectantes y eludir la señal de stop", pero unas líneas después matiza que "en el [primer] atestado no hay constancia" de que la señal fuese visible de noche.

"Sólo queremos que se juzgue a Delgado"

La espera ha sido larga, muy larga para los padres de Enaitz, Antonio Iriondo y Rosa Trinidad. Cada vez que el teléfono sonaba en su domicilio en Durango, ambos corrían a cogerlo esperando recibir la noticia que el fiscal les anunció formalmente ayer. "Nos llamó por la mañana, antes de comunicarlo a los medios", explicó Rosa.

"Se ha abierto otra puerta, ya tenemos un poco más de esperanza de que se juzgue a este individuo. Es lo único que queremos, un juicio justo que nunca se celebró", declaró la madre de Enaitz en una conversación telefónica. Los padres rememoraban ayer los días de locura que siguieron a la difusión de la noticia de que la persona que mató a su hijo les demandaba por los daños que sufrió su coche, un Audi-8, en el atropello. "Lo que en un principio parecía imposible, ahora parece que se puede conseguir. El fiscal ha hecho un gran trabajo y tenemos esperanzas en que la juez falle a nuestro favor", resumió Rosa.

Ella sabe muy bien que reabrir una causa penal que fue inicialmente sobreseida es muy difícil: "Qué más podemos hacer... Tenemos que seguir intentándolo hasta el final por la memoria de nuestro hijo. Pedimos un juicio, no que lo metan a la cárcel sin más", reitera la madre. El padre de Enaitz, Antonio, admite estar "un poco mejor que ayer". Cuenta cómo aún la gente les siguen reconociendo por la calle: "El otro día un señor que venía en coche nos vio, paró en medio de la avenida, se bajó le dio dos besos a mi mujer y la mano a mí. 'Adelante, seguid para adelante, que a ese hay que llevarlo a la cárcel', nos dijo".

"El caso Enaitz tiene algo de simbólico y emblemático", explicó el fiscal Calparsoro. "Mediática y socialmente puede suponer un cambio de actitud respecto a la que hasta ahora hemos tenido en este tipo de delitos", deseó. En su escrito, también señaló que a las víctimas de la carretera "se les ha confinado, en general, al mundo de las negociaciones económicas en una concepción privatizadora" del tráfico viario donde la indemnización prima sobre el reparo moral y "en la que está ausente la idea de responsabilidad individual por las infracciones causantes del accidente y del interés público en exigirlas". "La sobrecarga de trabajo de los juzgados y la falta de una verdadera valoración de la gravedad de las imprudencias de tráfico", añade su alegato, "generó una situación" en la que el procedimiento judicial "se aboca al archivo de plano, sin una mínima investigación".

Las pruebas de la Fiscalía

- Nuevos testimonios: Delgado "no paraba en su presencia de insultar a los padres de Enaitz [...] y de manifestar su urgencia por irse a cazar". Su comportamiento es compatible con el consumo de drogas.

- El primer sobreseimiento fue prematuro debido a que no se disponían de todos los datos ahora en manos de la Fiscalía, asegura el informe.

- Enaitz se saltó el stop, pero no queda demostrada la visibilidad de la señal. Un testigo asegura que llevaba "varios metros encaminado en la carretera".

- Delgado tuvo tiempo suficiente para ver al ciclista y realizar una maniobra de frenada, según el nuevo atestado de la Guardia Civil de Tráfico.

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