Grecia prolonga la expansión de Gazprom en Europa
Prodi rechaza la oferta de presidir el proyecto del gasoducto italo-ruso
Rusia y Grecia firmaron ayer un acuerdo para prolongar el gasoducto South Stream (la corriente del sur) por territorio griego, lo que refuerza la posición de Moscú frente a otros planes alternativos -como Nabucco- para suministrar combustible a Europa meridional.
Tras firmar el documento en el Kremlin, el presidente Vladímir Putin advirtió que las "empresas y países" que compiten con Rusia en el campo de la energía "se han esforzado y seguirán esforzándose para torpedear estos proyectos o demorar su puesta en práctica". En compañía del primer ministro griego, Costas Karamanlis, Putin afirmó que South Stream es el proyecto "óptimo y más competitivo" y "contribuirá a garantizar la seguridad energética en Europa".
De los 30.000 millones de metros cúbicos anuales que prevé transportar South Stream, unos 10.000 se quedarán en Grecia, paso clave en el camino que el gas transitará desde Rusia a Bulgaria bajo el fondo del mar Negro, para luego bifurcarse en dos ramas: la del sur, hacia Grecia e Italia, y la del norte, hacia Centroeuropa. El gasoducto South Stream y el North Stream -que unirá a Rusia a Alemania a través de Báltico- son los pilares de la estrategia del Kremlin para abastecer de gas a Europa Occidental al margen de países de tránsito conflictivos como Ucrania o Polonia. La pinza meridional está hoy más avanzada que la septentrional, aunque Rusia no logró convencer al primer ministro italiano saliente, Romano Prodi, para dirigir su construcción.
Prodi ha rechazado la oferta por "motivos estéticos", según explicó ayer su portavoz, Silvio Sircana, informa Miguel Mora. "La propuesta se la había hecho Putin dos veces, en Moscú y en Bucarest, con motivo de la cumbre de la OTAN", explicó Sircana, pero Prodi ha preferido no aceptar, "porque no le parece correcto pasar de dirigir el Gobierno a dirigir una gran empresa que tiene negocios muy importantes con una empresa italiana". Así, Putin no pudo repetir la misma operación que hizo con Gerhard Schröder", el ex canciller alemán que hoy encabeza North Stream.
Este último proyecto se ve dificultado por el elevado incremento de los costes, además de problemas ecológicos y jurídicos en el Báltico. No hay que excluir que South Stream pudiera tener problemas semejantes en el mar Negro, especialmente si atraviesa la zona económica de Ucrania, país que promueve otras alternativas.
"Los países que tienen capacidad para suministrar hidrocarburos en la cantidad necesaria y a precios competitivos para Europa se pueden contar con los dedos de una mano", dijo ayer Putin. Sin embargo, "los relojes, los calzoncillos o las corbatas, se pueden comprar en cualquier parte, en China, en Suiza...", afirmó el líder ruso que, tras mirar su propia corbata, añadió: "o en Italia".
Rusia quiere complementar el suministro de gas al sur de Europa con el de petróleo, mediante el oleoducto Burgas (Bulgaria)-Alexandrópolis (Grecia), que debe conectar el mar Negro con el Egeo y evitar el paso por el Bósforo y los Dardanelos.
En vísperas del relevo en el Kremlin y el traslado de Putin a la jefatura de Gobierno, el primer ministro saliente, Víktor Zubkov, indicó que se prepara para dirigir Gazprom. Actualmente, el cargo es desempeñado por Dmitri Medvédev, que lo abandonará tras tomar posesión de la presidencia de Rusia el 7 de mayo.
Dos gigantes energéticos
- Gazprom. Es el líder mundial en el sector del gas. El Estado ruso controla el 50,002% de la compañía. En 2006, Gazprom vendió a Europa gas por un valor de 25.000 millones de euros. Sus ingresos totales ascendieron a 51.000 millones de euros en 2007. Los beneficios, a 12.000 millones de euros. El presidente electo de Rusia, Dmitri Medvédev, ha sido presidente de la compañía desde junio de 2002.
- ENI. La principal empresa energética italiana está activa en 70 países y emplea a 73.000 personas. El Gobierno de Roma controla el 20% de las acciones. Los ingresos totales de la compañía ascendieron a 70.000 millones de euros en 2007. El beneficio, a 7.300 millones. En el primer trimestre de 2008, el beneficio neto de ENI alcanzó los 3.050 millones de euros. El director ejecutivo de la empresa
es Paolo Scaroni.
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