"Al Gobierno se le llena la boca de salud laboral"

Marian García Baró (Bilbao 1967), delegada de prevención y salud laboral de UGT en el sector público, en concreto en el subsector de cocinas y limpieza, sostiene que la Inspección de Trabajo "tiene un doble rasero" a la hora de enmendar la plana al sector público y al privado.

Pregunta. ¿Es sensible la Administración vasca al resolver las denuncias de salud laboral?

Respuesta. Se les llena la boca con el concepto de seguridad y salud laboral, y todavía tienen un largo camino por andar. Sí es cierto que se ha avanzado, que hacen evaluaciones, y que reconocen el problema, pero queda mucho camino.

P. ¿Qué conclusiones ha sacado tras la reunión de ayer con la fiscal Edurne Miranda?

R. Es interesante cuando se abre una nueva vía que sea más accesible para los delegados de prevención. La experiencia que tenemos con la Inspección de Trabajo directamente en el sector público es que no son especialmente expeditivos.

P. ¿Quiere decir que denunciar a la Inspección no resulta realmente efectivo?

R. Lo que digo es que hace dos años denunciamos una situación de incumplimiento de la legislación, y dos años después no se ha resuelto. Es más, la Inspección de Trabajo fijó a la Administración vasca que tenía que resolver el problema para antes del pasado 31 de marzo y no lo ha hecho. Eso no hubiera pasado con una empresa privada. Estoy absolutamente convencida.

P. ¿Sugiere que hay una doble vara de medir?

R. Afirmo que la Inspección tiene un doble rasero a la hora de enmendar la plana a quien incumple la legislación de prevención. Al fin y al cabo, al Inspección es una administración pública y el Gobierno vasco es otra. Se tratan con más cautela. Eso para los delegados sindicales es un problema

P. La fiscal ha echado de menos más actividad de los sindicatos a la hora de denunciar situaciones de riesgo.

R. En nuestro caso, en el caso del sector público, esas situaciones son más por omisión. Y, lógicamente, para cuando llegamos a la denuncia es porque hemos agotado ya todos los pasos previos, como la negociación con los jefes del servicio. La denuncia es el extremo y sólo la formulamos cuando no queda más remedio.

P. La fiscal les ha garantizado inmunidad a los delegados. ¿Les ha transmitido la confianza suficiente como para incrementar su papel fiscalizador?

R. Se ha mostrado muy accesible y nos ha mostrado un protocolo de actuación que en cierta manera puede ser algo más ágil, pero también ha dicho a renglón seguido que están con muchísimo trabajo, así que no lo sé, ya veremos.