El trasvase del Ródano obligaría a traer agua de Francia durante 21 años

El agua es asunto principal. Ayer coincidieron en Barcelona dos conferencias a la misma hora sobre las soluciones para la sequía. El consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, habló del corto plazo, de lo que hay que hacer para que no haya restricciones. Jean-Louis Blanc, ex directivo de la empresa BRL (concesionaria del agua del Ródano), en cambio, habló de soluciones a largo plazo. Hay dos, dijo, la desalinización y el trasvase del Ródano. Él defendió la segunda. Al ser preguntado por las compensaciones (además del pago del agua) afirmó que es imprescindible el compromiso de adquirir el agua hasta que se amortice la inversión necesaria, periodo que cifró en unos 21 años.

Francesc Baltasar aseguró que "en ningún caso" los costes adicionales que se generen para garantizar el suministro de agua ante el fenómeno de la sequía recaerán en los ciudadanos, es decir, "que no habrá un recargo en el recibo".

Baltasar dedicó parte de su charla a combatir a Blanc, que hablaba a medio kilómetro de donde estaba él. Criticó la solución del Ródano porque deberían modificarse leyes francesas y españolas, tendría un coste de entre 1.300 y 1.400 millones de euros, se materializaría en siete años y los hectómetros cúbicos serían menores que los que aportarían las desalinizadoras. Además, dijo que con Francia el asunto de las infraestructuras "no va sobre ruedas", en referencia a los retrasos del AVE.

Las cifras de Blanc eran diferentes. Para empezar, sostuvo que el coste no superaría los 950 millones de euros y que podrían proceder todos de la iniciativa privada. Los trabajos durarían unos tres años, cuatro a lo sumo, aseguró. A ello habría que añadir otro año más para debatir políticamente el asunto y conseguir el reconocimiento de la obra como de interés europeo. Total, cinco años a partir del momento en el que el Gobierno español pida el agua.

Las ventajas para Francia serían amplias, reconoció. La empresa concesionaria se dedica fundamentalmente al riego. El agua francesa no podría regar en España, debería ser sólo para consumo doméstico. Pero los campesinos franceses verían rebajados los costes generales del canal que transporta el agua, porque los costes fijos no variarían.

El precio del agua del Ródano, insistió Blanc, sería inferior al del agua qde las desalinizadoras y tendría menor coste energético, elemento no desdeñable, dijo, teniendo en cuenta el incremento del precio del petróleo.

Baltasar habló en Tribuna Barcelona, invitado por El Periódico de Catalunya. Blanc fue invitado por la fundación Catalunya Oberta, en la órbita de CiU.