Del desahucio a la calidad de vida

Aunque suene a ciencia ficción, tres pacientes octogenarios a los que se les agotaba el tiempo por tener dañada la válvula aórtica y que, por las complicaciones derivadas de su avanzada edad, no podían ser operados a corazón abierto, se recuperan satisfactoriamente en el hospital Clínico de Málaga tras ser intervenidos con una novedosa técnica poco invasiva que les va a devolver una calidad de vida que ya daban por perdida. Fueron operados el pasado miércoles mediante un procedimiento quirúrgico que tan sólo requirió una mínima incisión de seis milímetros de diámetro en la ingle, a través de la cual se les implantó, mediante un catéter, una nueva válvula aórtica bovina que les permitirá vivir sin riesgos.

La intervención se aplicó a tres octogenarios con la válvula dañada

La operación la completo un equipo de 12 miembros de la unidad de Hemodinámica bajo la dirección de José María Hernández, Juan José García Doblas y Juan Horacio Alonso.

"Es una técnica muy incipiente que comenzó a emplearse en 2002 y se está aplicando a pacientes que tienen un alto riesgo para la cirugía. Con el envejecimiento de la población una de las enfermedades que más crece es la estenosis de la válvula aórtica por calcificación, es decir, una obstrucción que dificulta la salida de la sangre del corazón hacia la aorta y genera varias dolencias. El reemplazo de la válvula dañada se realiza introduciendo percutáneamente un dispositivo autoexpandible que se implanta sobre la válvula original, de modo que ésta queda inutilizada y comprimida entre la pared de la arteria y el nuevo implante valvular. La estenosis tiene resultados muy buenos con la cirugía convencional, pero cada vez tenemos más pacientes incompatibles con ella, ya sea por que son complicados, por su avanzada edad o por ser pluripatológicos", explica el doctor Hernández.

"Dos de los pacientes que hemos intervenido ya estaban operados de corazón previamente y la tercera ya había ingresado varias veces a lo largo del año sin posibilidad de tratamiento por su edad y por el riesgo de mortalidad tan alto que presentaba", añade el doctor Gómez Doblas.

"Son enfermos con unas patologías que sin cirugía tienen una mortalidad que supera el 70% en un año. Es peor que un cáncer. Por eso, la valía de esta nueva técnica es que ofrece a pacientes casi desahuciados una solución poco invasiva, con pocos riesgos para el paciente, y que le permite recuperar su calidad de vida", indica el doctor Alonso.

Otra ventaja del implante percutáneo radica en el tiempo de recuperación del paciente, que se rebaja en varios días respecto a una intervención a corazón abierto. "Desde que entra en quirófano hasta que sale no transcurren más de 90 minutos. Se le interviene con sedación y sin intubar y se evitan todos los riesgos o complicaciones de la cirugía convencional. Si todo va bien, como en estos tres casos, en cuatro o cinco días se les da el alta, con lo que se reduce su estancia casi en cinco días", señala el doctor Hernández, que confía en que esta incipiente técnica, que sólo se ha realizado en otras tres ocasiones en España durante este año -tanto para válvula aórtica como pulmonar-, acabe siendo un procedimiento quirúrgico casi convencional en menos de 10 años.