La Italia de Berlusconi pierde peso en la Comisión Europea

La Italia de Silvio Berlusconi perderá en la Comisión Europea la cartera de Justicia, Libertad y Seguridad, que trata de cuestiones clave como terrorismo e inmigración, después de que ayer el presidente, José Manuel Barroso, anunciara que esa responsabilidad será asumida por Jacques Barrot. El francés dejará su actual desempeño de Transportes al italiano entrante, probablemente Antonio Tajani, hasta ahora mano derecha en la Eurocámara de Il Cavaliere. Romano Prodi, primer ministro en funciones de Italia, se manifestó contrariado por no haber sido informado por Barroso.

El baile de comisarías parecía un sutil ejercicio de mano izquierda por parte de Barroso (resuelto por el presidente sin mayor virulencia tras librarse un intenso pulso político entre bastidores) hasta el estallido verbal de Prodi, que dijo haberse enterado del cambio "a través de los medios de comunicación". Más allá de protocolos violados, lo que está claro es que la cartera que asumirá el nuevo comisario italiano, que conservará la categoría de vicepresidente de la Comisión, tiene menos carga política que la que deja Franco Frattini para encargarse de la política exterior de Berlusconi. Por casualidad, o no, el futuro comisario italiano deberá lidiar con la crisis de la compañía aérea Alitalia, para la que Roma busca ayuda de emergencia tan a la desesperada que a la Comisión le parece ilegal lo que trama.

El presidente de la Comisión tiene plena potestad para distribuir sus carteras, pero lo normal es que el comisario de un país sea relevado en la responsabilidad por un compatriota (Pedro Solbes fue sustituido por Joaquín Almunia en Asuntos Económicos). Al sucesor de Frattini le correspondería hacerse cargo de Justicia, Libertad y Seguridad de no haber sido porque el primer ministro electo sobresaltó a buena parte de la Eurocámara (socialistas, liberales y verdes) con sus manifestaciones sobre la urgente necesidad de cerrar las fronteras italianas a la inmigración ilegal.

Que Tajani fuera encargado de cuestiones relacionadas con la emigración hizo revivir en los pasillos de la Cámara la atmósfera de 2004, cuando Rocco Butiglione, entonces candidato en primera instancia de Il Cavaliere para Justicia, Libertad y Seguridad, fue demolido en su examen parlamentario por sus muy tradicionales puntos de vista sobre la mujer y los homosexuales.

Con el golpe de ayer, Barroso desactiva una crisis en Bruselas, pero desaira a Roma. Berlusconi y Prodi han venido discutiendo quién debía nombrar al futuro comisario. Prodi temía que un radical se hiciera cargo de cuestiones de calado. En su anuncio de ayer, Barroso hacía saber que el relevo sólo se hará si Frattini deja la Comisión.