Listas para salir hacia Somalia fuerzas de operaciones especiales
El Gobierno envía a Mogadiscio al embajador español en Kenia escoltado por cuatro geos para negociar la liberación de los 26 pescadores secuestrados
Son una quincena de buceadores de combate y especialistas en operaciones especiales de la Infantería de Marina. Constituyen una unidad de guerra naval especial. Y están alertados, en la base naval de Cartagena (Murcia), para partir hacia aguas de Somalia en cuanto el Gobierno dé la orden con el objetivo de liberar, por la fuerza si fuera necesario, el atunero Playa de Bakio y sus 26 tripulantes, 13 de ellos españoles, secuestrados desde el domingo por piratas. Tanto el gabinete de crisis, encabezado por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, como la célula de seguimiento, dirigida por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, se reunieron ayer para seguir al minuto el desarrollo de los acontecimientos y estudiar los posibles escenarios.
España prefiere pagar el rescate, pero prepara todas las eventualidades
La fragata estará mañana por la mañana junto al 'Playa de Bakio'
El Gobierno apuesta por una salida negociada a la crisis, aunque ello suponga el pago de un rescate a los secuestradores, ya que la prioridad es "no poner en peligro la vida ni la integridad física" de los rehenes, en palabras del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pero eso no significa que no se esté preparando para todas las eventualidades.
Según las últimas noticias, el atunero se encontraba fondeado ayer por la tarde a unos 60 kilómetros al sur de la localidad de Obbia y a unas tres o cuatro millas de distancia de la costa, lo que habría permitido que algunos de los participantes en el asalto fueran relevados y que se sumaran otros nuevos, hasta totalizar una decena de piratas a bordo.
Está previsto que la fragata de la Armada española Méndez Núñez, a la que se ordenó el pasado domingo que abandonase los ejercicios en las que estaba participando en el Mar Rojo, llegue a la zona la próxima madrugada, al despuntar el alba de mañana. El propósito es que el buque de guerra permanezca a unas dos millas del atunero, sin interferir en las negociaciones para la liberación de los rehenes, pero teniéndolo en todo momento bajo observación. Las autoridades españolas ya han obtenido luz verde del denominado Gobierno provisional de Somalia, bajo tutela etíope, para que la fragata entre en sus aguas jurisdiccionales.
La Méndez Núñez lleva a bordo una fuerza de protección, integrada por media docena de infantes de Marina, que podría efectuar un asalto al pesquero en caso necesario, pero los expertos reconocen que este equipo, que zarpó de España para unas maniobras y se encuentra inmerso en una operación real, carece del nivel de especialización y adiestramiento de la unidad alistada en Cartagena.
La decisión que ayer mismo tomó el Gobierno fue enviar a Mogadiscio "a la mayor brevedad posible" al embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto, acreditado también en Somalia, para "establecer todos los contactos con las autoridades somalíes y facilitar la liberación de los secuestrados", según Moratinos. El ministro reconoció, no obstante, que la situación de caos en que está sumido el país dificultará sus gestiones.
Como prueba de ello, ayer partieron de Madrid cuatro miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del Cuerpo Nacional de Policía para escoltar al embajador durante su estancia en Mogadiscio.
Martín Cinto deberá convencer a las autoridades locales de que desistan de la tentación de intentar un rescate por la fuerza. Envalentonado por el éxito conseguido en la liberación de un buque con bandera de Dubai, el ministro de Seguridad de la región autónoma septentrional de Putlandia, Andullahi Said Samatar, anunció ayer que sus fuerzas podrían repetir la operación con el atunero español.
Moratinos replicó no haber recibido "ninguna oferta concreta" al respecto por parte de las autoridades locales.
El ministro de Asuntos Exteriores se reunió ayer por la tarde con representantes del PP y el PNV para explicarles, junto a la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, el desarrollo de la crisis.
A la salida de la reunión, el portavoz del Grupo Popular, Gustavo de Arístegui, aseguró que su partido había decidido dar "todo el margen de maniobra" al Gobierno para que actúe en el ámbito diplomático y operativo.
El PNV y el PP habían pedido que Moratinos compareciera en el Parlamento para explicar las gestiones que está llevando a cabo y habían criticado que el Gobierno se negara a desplegar una fragata en la zona, como aprobó el Congreso en julio pasado. Por su parte, la OTAN difundió un comunicado de condena del secuestro, pero matizó que no había recibido ninguna petición de ayuda por parte española.
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