Baltasar: "Ojalá llueva y no hagan falta ni barcos ni interconexión"

El consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, dirigió ayer en Tarragona su mirada al cielo. "Ojalá llueva y no hagan falta ni barcos ni la interconexión", dijo. Luego reiteró ante Unió de Pagesos, regantes del delta y docenas de alcaldes del Camp de Tarragona y las comarcas del Ebro que el decreto aprobado ayer para posibilitar la interconexión de redes es una "solución excepcional" y con fecha de caducidad. Baltasar expuso su intención de compensar a los regantes del Ebro, aunque aseguró que ayer no era el momento de concretar ningún precio. "El decreto tiene una fecha final: o bien cuando finalice la sequía o bien un mes después que entre en servicio la desalinizadora del Llobregat", añadió.

Los alcaldes de Tortosa (Baix Ebre), Ferran Bel, y de Amposta (Montsià), Manel Ferré, ambos convergentes, no asistieron al encuentro para mostrar su enojo por no haber celebrado esta reunión en las comarcas del Ebro.

Baltasar fue recibido en Tarragona por una cincuentena de miembros de Unió de Pagesos, que lanzaron sacos de sal a las puertas de la Delegación del Gobierno para representar el riesgo de salinización de los pozos que los agricultores usan para regar, con la inminente captación de agua en Tarragona para enviarla a Barcelona por barco. El consejero, que mantuvo una reunión de media hora con ellos, se comprometió a crear una comisión que analice el estado de los acuíferos del Camp de Tarragona y que sea la Universidad Rovira i Virgili la que supervise los trabajos. Baltasar dejó la puerta abierta a que los planes para solventar la sequía den un nuevo giro, siempre en función de la lluvia que pueda caer: "A lo mejor mañana o pasado mañana decimos otra cosa", dijo.