Más terrazas durante más tiempo
La nueva normativa del Ayuntamiento permite ponerlas en calles más estrechas
En Madrid hay más de 2.300 terrazas de locales de ocio. Muchas de ellas abren durante todo el año, como las de la plaza Mayor, la de Oriente o Pintor Rosales, pero otras sólo lo hacen entre el 15 de marzo y el 31 de octubre. Aunque parecen muchas, están muy distribuidas. Donde más hay es en Vallecas (175), y en Salamanca (172). Pero al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, le parecen insuficientes. Por eso anunció ayer que flexibilizará la normativa sobre terrazas de bares para fomentar los veladores en las calles de menor anchura, sobre todo en el casco histórico. De esta forma, los bares y restaurantes podrán instalar terrazas siempre que dejen un espacio de paso de al menos 2,5 metros. Hasta ahora los hosteleros sólo podían ponerlas en aceras que tuvieran más de 4,5 metros.
También, ampliará el horario de cierre de los veladores que tengan licencia para abrir durante todo el año. Éstos podrán hacerlo hasta las 23.30 en la época no estacional (entre el 1 de noviembre y el 14 de marzo). Para los que sólo pueden abrir en primavera y verano, el horario queda como está: hasta las 2.30 los fines de semana y hasta la 1.30 el resto de día.
También se permitirán los toldos verticales de material traslúcido a modo de cierre, al estilo de los instalados en la plaza de Oriente. Son unos paneles de metacrilato o cristal que protegen del viento y se ponen alrededor de los toldos horizontales. El Ayuntamiento pretende que con esta medida las terrazas puedan ser utilizadas con lluvia y frío. Permitiendo que en medio de las mesas se puedan poner setas de calor. El alcalde insiste siempre en que Madrid siga el modelo estético de las terrazas de París y Roma. Por eso hace unos meses sacó a concurso el diseño de los cerramientos de las terrazas. De esta forma, el aspecto de los veladores permanentes será homogéneo. El espacio mínimo de acera para poner estas terrazas cubiertas es de siete metros.
El Ayuntamiento ha creado una comisión especial que resolverá sobre los permisos en casos con circunstancias especiales. Un portavoz recuerda que sólo los bares y restaurantes están autorizados a poner terrazas, y carecen del permiso las discotecas y los bares de copas.
ASOCIACIÓN DE HOSTELEROS LA VIÑA "Habrá que ser prudente con el ancho de las aceras"
La asociación de hostelería La Viña mostró ayer su satisfacción tras el anuncio de ampliación del horario de cierre para locales con terrazas con licencia anual y fuera del periodo estacional. Estos locales, que tienen terraza durante todo el año, podrán cerrar a partir de ahora a las 23.30.
Un portavoz de la asociación asegura, sin embargo, que habrá que ser prudente con el otro extremo de la nueva normativa, la referente a la instalación de terrazas en aceras de menos de 4,5 metros. "Habrá que estudiar bien la normativa. Y ver los detalles", insiste.
Fuentes del sector de la hostelería precisan que a pesar de que la norma permite instalar veladores en aceras más estrechas, obliga a dejar una zona de paso de al menos tres metros. De este modo, el espacio que ocupan las mesas y las sillas sería mayor que el ancho de paso. "La medida podría ser inviable". Habrá que estudiarla, dicen.
FEDERACIÓN DE VECINOS "Supone menos espacio para la gente"
"Es una medida que cede espacio a negocios públicos en detrimento del uso y disfrute de la ciudadanía", asegura la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM).
La asociación está en contra de la medida que limita el derecho al descanso de los vecinos. "Esta medida es particularmente lesiva en zonas con alta densidad de negocios de hostelería, como el distrito Centro, que fue declarado Zona de Actuación Acústica en noviembre de 2002", indica la federación vecinal en un comunicado.
La asociación lamenta que el Ayuntamiento apruebe esta medida cuando todavía no se ha determinado el alcance ni se han adoptado las medidas necesarias para restablecer un servicio diligente y transparente de la concesión de licencias, lo que ha provocado una proliferación de locales de ocio cuyas consecuencias (ruido, suciedad...) padecen los vecinos, y que se agravará con esta medida.
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