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La solidaridad europea en Cataluña

En los últimos 20 años hemos podido ver con frecuencia por toda España carteles en los que se podía leer: "Esta carretera ha sido cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)", o "esta línea de alta velocidad, por el fondo de cohesión", o "este curso de formación, por el Fondo Social Europeo". Mensajes que nos recuerdan que la mayor parte de la financiación para estas actuaciones, más de 100.000 millones de euros en esos 20 años, proviene de millones de europeos anónimos que viven en regiones relativamente más prósperas que las españolas y que decidieron, de manera ejemplar, realizar el mayor esfuerzo de solidaridad de que se tiene noticia en la historia del mundo.

Cataluña es una de las regiones europeas no objetivo 1 que más se han beneficiado de la solidaridad europea

Esta solidaridad, cuyo objetivo es corregir los desequilibrios regionales existentes en Europa, se ha instrumentado a través de dos tipos de fondos: los fondos estructurales (Fondo Europeo de Desarrollo Regional, Fondo Social Europeo y Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola), destinados a las regiones, sobre todo a las denominadas objetivo 1, aquellas cuyo nivel de renta per cápita es inferior al 75% de la media comunitaria, y la asignación regional resulta de un proceso de distribución, planificación y programación en el que participan la región, el Estado y la Comisión Europea.

Y en segundo lugar, el fondo de cohesión, destinado, a partir de 1992, a los Estados cuyo nivel de renta per cápita es inferior al 90% de la media comunitaria, para proyectos de transportes y medio ambiente.

Cataluña nunca ha sido objetivo 1, ya que en 1986, año de la adhesión de España, esta comunidad tenía una renta per cápita muy próxima al 90% de la media comunitaria y en el año 2000, con 15 países en la UE, superó el 100%.

Pero Cataluña también ha recibido la solidaridad europea. Así ha ocurrido tras ser calificada región objetivo 2 y beneficiarse de fondos estructurales varias de sus comarcas que han sufrido altas tasas de desempleo y un alto declive industrial. También ha recibido fondos de cohesión por estar en un país como España, con una renta inferior a la media, pese a que Cataluña había superado en 1992 -año de entrada en vigor del fondo- el 90% de la renta comunitaria.

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Por ello, para apreciar la magnitud del esfuerzo de solidaridad europeo en Cataluña, hay que analizar, a efectos de los fondos estructurales, cuál ha sido la inversión en las otras comunidades autónomas objetivo 2: Aragón, Baleares, la Rioja, Madrid, Navarra y el País Vasco, y a efectos del fondo de cohesión, cuál ha sido la inversión en todas las comunidades autónomas españolas.

La cuantificación territorial de las inversiones públicas se suele efectuar de forma inmediata, asignándolas a los territorios concretos donde se realizan materialmente. Este planteamiento resulta correcto en determinadas actuaciones y obras cuyo alcance funcional también se circunscribe al territorio en cuestión. Ahora bien, en grandes obras lineales que forman parte de sistemas cuya funcionalidad desborda a los territorios concretos donde se realizan materialmente, la asignación territorial resulta mas problemática. Éste sería el caso, por ejemplo, de una línea de alta velocidad ferroviaria entre dos grandes áreas metropolitanas, en la que no está tan claro en qué medida asignar la inversión a territorios por los que el tren simplemente circulará a la alta velocidad o a las áreas metropolitanas a las que funcionalmente servirá.

Siguiendo el criterio de exclusiva asignación territorial, durante el periodo 1986-2006 Cataluña recibió alrededor de 5.700 millones de euros de fondos estructurales de un total aproximado de 15.000 millones para las regiones españolas objetivo 2. Es decir, aproximadamente el 38% del total. La población de Cataluña en el conjunto de las comunidades autónomas objetivo 2 representa el 38,74% y el PIB de Cataluña en ese conjunto de regiones es del 37%.

Durante el periodo 1986-2006, Cataluña recibió alrededor de 3.900 millones de euros del fondo de vohesión, el 21% del total español, que ascendió a 18.500 millones. La población de Cataluña respecto al total de España representa el 16% y el PIB de Cataluña supone el 18% del total español.

Se prevé que durante el periodo 2007-2013 Cataluña reciba alrededor del 38% de estos fondos estructurales y en torno al 37% de los fondos de cohesión destinados a España. Las cifras muestran que Cataluña recibe de los fondos estructurales una cantidad proporcional a su peso poblacional y económico en el conjunto de las comunidades objetivo 2, mientras que es superior con respecto a los fondos de cohesión.

En resumen, se puede afirmar que también ha habido solidaridad europea con Cataluña. Tanta, que cuando se haga la evaluación a finales de 2013 muy probablemente será una de las regiones europeas no objetivo 1 que más se hayan beneficiado de la solidaridad de los ciudadanos europeos.

es director de la Representación de la Comisión Europea en España.

José Luis González Vallvé

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