Una macedonia de retos

Una macedonia. Miguel Sebastián, el nuevo ministro de Industria, Turismo y Comercio, va a tener que gestionar una ensalada. Pero no de frutas, sino de problemas. Porque, además de ministro de Industria en un país volcado en los servicios, además de responsable de un sector económicamente salvador pero abocado a la reconversión (Turismo) y además de ser el ministro de las pymes -el gran yacimiento de empleo industrial- del país, Sebastián es también el ministro de la energía y de las telecomunicaciones.

Así que Sebastián, que como asesor económico en La Moncloa ha escrito recetas para todos y cada uno de los sectores mencionados, va a tener que bajar ahora a la cocina. La lista de tareas pendientes es larga. En energía, Sebastián va a tener que lidiar con un sector empresarial débil, acosado por los grandes grupos europeos y apuntalado a duras penas por los señores del ladrillo. Todo en un momento en que van a desaparecer las tarifas reguladas de electricidad y de gas tal y como se conocen, con el precio de la materia prima disparada y con un país tan aislado de las redes energéticas europeas como siempre.

A Sebastián le corresponde la tarea, en un momento de vacas flacas, de impulsar la aportación de valor añadido a la industria y pilotar los cambios en la sociedad de la información. La cuestión es cómo y con qué dinero. Algo que merecerá, sin duda, intercambios de pareceres con Pedro Solbes, el guardián de la caja de ahorros común.

Pero no se trata sólo de dinero. Uno de los grandes retos de Sebastián es elaborar la nueva Ley General Audiovisual. La norma deberá trasponer la directiva comunitaria y definir aspectos fundamentales como el papel de la publicidad en los medios públicos, el sistema de concesiones, las cuotas de producción en lenguas cooficiales y la creación del Consejo Estatal de los Medios Audiovisuales, que deberá velar por los contenidos y la protección a la infancia.

Por si fuera poco, deberá asegurarse de que se cumple el calendario previsto para el llamado apagón analógico, de forma que el 3 de abril de 2010 sólo se reciba la señal de la Televisión Digital Terrestre (TDT). En la actualidad, la TDT ha alcanzado una cobertura de más del 85% del territorio, pero sólo se ve en 2,3 millones de hogares de un total de 15,7 millones.

Otro aspecto aún por regular es la televisión a través del móvil y el sistema de concesión de licencias. Añádanse otras cuestiones como la extensión de la banda ancha para el acceso a Internet o el canon digital -pendiente de aprobación final- y se tendrá una idea aproximada de la tarea que le espera al nuevo ministro.