JASP

Aunque no soy partidario del sistema de cuotas, la paridad ha permitido a una generación de mujeres abrirse un camino que hubieran recorrido con mucha mayor dificultad si no hubiera existido el mecanismo. Es humano que las mujeres, tras siglos de postración, quieran alcanzar con la mayor rapidez posible puestos de responsabilidad. En el fondo, el gobierno de los mejores de Platón no deja de ser una ingenuidad. Por eso hablar de cuota andaluza del Gobierno Zapatero me parece una reducción. No sé si esa cuota son cuatro o son dos y no sé si importa mucho. Desde luego sólo hay dos ministros nacidos en Andalucía en el Gobierno de España, dos mujeres y las dos gaditanas, una de Alcalá y otra de San Fernando. Una vive en Málaga y la otra en Cádiz. ¿Se puede contar como cupo andaluz a Moratinos y a Rubalcaba? Sí y no. Está claro que no ha sido la influencia del PSOE de Andalucía quien los ha llevado al Gobierno. Son dos madrileños de ejercicio, aunque Rubalcaba sea cántabro de nacimiento. El partido les buscó acomodo en listas electorales de Córdoba y Cádiz, lo que se llama diputados cuneros. Pero no es menos cierto que su capacidad e influencia en el Gobierno reporta un beneficio cierto para las circunscripciones que los eligieron. Serían insensibles si no tuvieran capacidad para gestionar mejoras para las provincias de las que son diputados, aunque no hayan nacido ni vivan en ellas. Así que hay dos andaluzas en el Gobierno y otros dos ministros diputados por esta tierra. En términos políticos se pueden contar como andaluces, pero qué duda cabe de que Andalucía tiene mayor capacidad de influencia con cuatro miembros vinculados a esta tierra.

Llama la atención la victoria de Chaves sobre el PSC para la continuidad de Magdalena Álvarez. Entre otras cosas porque ha sido una excelente ministra. Hubo un problema en Barcelona y se resolvió. Ha sido una ministra excelente para Andalucía, comunidad grande y mal comunicada que precisa aún de importantes inversiones en infraestructuras, motivo por el cual la continuidad de la ministra nacida en Cádiz y residente en Málaga es una buena noticia que denota que el trabajo prudente y silencioso del PSOE de Andalucía reporta beneficios por su capacidad de influencia y, a la larga, tendrá repercusiones positivas para los andaluces. Su fuerte carácter no puede ocultar los logros de su gestión.

El nombramiento de Bibiana Aido como nueva Ministra de Igualdad ha sorprendido a propios y extraños. Su juventud y su falta de experiencia hacían prever una carrera política más lenta. Es una mujer de extraordinaria capacidad como ha demostrado en los puestos que ha ocupado. Una persona de gran lealtad al partido y en cuyo trabajo había depositado muchas esperanzas el socialismo gaditano, de manera especial para recuperar la alcaldía de la capital, en manos del PP desde hace 13 años. Se pensaba que podría ser una buena consejera de Cultura, desde ahí preparar el asalto a la alcaldía y si no era en las elecciones de 2011 sería en las siguientes cuando podría devolver a la izquierda el Consistorio gaditano. Pero una campaña junto a Rubalcaba ha resaltado su valía y la ha catapultado hacia un puesto de gran responsabilidad. Para los dirigentes del PSOE de Alcalá es una muestra de que esta población sigue siendo un lugar relevante que han renovado sus cuadros, ahora con una ministra que de alguna manera hace justicia poética a Alfonso Perales. Además es vecina del barrio gaditano del Mentidero (como ha dicho Luis Pizarro "una ministra de Cádiz-Cádiz"), blogera y con una intensa formación, lo que en los anuncios de hace unos años se llamaba Joven Aunque Sobradamente Preparada. Entronca con las corrientes del PSOE más vinculadas a Felipe González aunque haya llegado a este puesto por la audacia con la que acostumbra a trabajar el presidente del Gobierno. Bibiana Aido se va a encontrar, como nueva Ministra de Igualdad y como gaditana, con el conflicto de la clínica San Rafael, donde un arrogante y desaprensivo empresario ha desafiado la nueva Ley de Igualdad.