Alcaldesa de Mondragón: "Con las torturas nadie dijo nada"

"En este pueblo cada día ocurren acciones violentas", afirmó ayer la alcaldesa de Mondragón, Inocencia Galparsoro (ANV), quien en todo momento se ha negado a condenar el asesinado de su convecino y ex edil socialista Isaías Carrasco. La regidora de ANV recordó que "hace muy poco un par de personas fueron torturadas en Arrasate [Mondragón] de manera violenta, y entonces nadie planteó algo así". La alcaldesa se refería a la detención de los supuestos responsables del atentado de la T-4 de Barajas realizada el pasado 6 de enero por la Guardia Civil, Igor Portu y Mattin Sarasola. Un juzgado de San Sebastián investiga si el origen de las lesiones que presentaban ambos es debido a los malos tratos policiales o al hecho de que la detención fue "violenta", como aseguraron la juez los guardias civiles que intervinieron en el arresto.

Galparsoro equiparaba de esta manera esos supuestos malos tratos a los terroristas del comando Elurra con el asesinato del ex edil socialista Isaías Carrasco a manos de un pistolero de ETA. En una entrevista en Radio Euskadi, la alcaldesa denunció que PSOE y PNV han situado Mondragón "en el centro de la batalla política y, en medio de ello, la estrategia para echarnos de la alcaldía".

Sobre la iniciativa del PNV para exigir la dimisión de los cargos electos de ANV si no condenan las amenazas de ETA, Galparsoro aseguró que "no es nuevo". "Cuando ocurren hechos así, la clase política de aquí crea debates en torno a la ética y la moral, como si nosotros fuéramos personas sin ética", explicó la representante de ANV. Y acusó al resto de partidos de "asumir para sí mismos el derecho a decir quién tiene label democrático y quién no".

La alcaldesa vinculó el cambio de postura del PNV y los pasos dados con la búsqueda de un acuerdo en Madrid entre socialistas y nacionalistas. "No es un órdago que el PNV hace a ANV, sino que el PNV quiere conseguir un acuerdo con el PSOE en Madrid cueste lo que cueste", sentenció. A su juicio, en ese contexto, el futuro de la alcaldía de Mondragón se habría convertido en la moneda de cambio para allanar ese acuerdo. Galparsoro tiene asumido que muy probablemente deba pasar a la oposición, aunque mantiene que la legitimidad para seguir en el cargo se la han dado sus vecinos tras su apoyo en las urnas.