La Justicia se acerca más a la víctima
Los juzgados de Barakaldo y Vitoria experimentan con el servicio de mediación penal para adultos - Un 78% de los arbitrajes termina en acuerdo
Un coche aparcado en doble fila. Otro que intenta pasar y no puede. Los conductores de ambos automóviles empiezan a discutir, se insultan y terminan saliendo de los automóviles y agrediéndose. La hija adolescente de uno de ellos, el que dio más golpes, presencia todo horrorizada desde el asiento de copiloto. Hay denuncias cruzadas de los automovilistas y el caso termina en el juzgado. Pero, en lugar de seguir el curso habitual, el fiscal lo traslada al servicio de mediación penal de adultos de los juzgados de Barakaldo, que junto a los de Vitoria y Barcelona desarrollan esta novedosa experiencia en España. Lo que en la justicia tradicional hubiera terminado con una sanción económica para ambos, en el servicio de mediación tuvo un resultado diferente, mucho más satisfactorio para las dos partes, según estima su responsable, Carlos Romera, que llevó el asunto el año pasado.
Si el infractor admite los hechos, hay base para los mediadores
El que resultó más golpeado se dio por satisfecho con que el otro automovilista cumpliera una serie de tareas sociales en residencias de ancianos y en la DYA. Y el que propinó más golpes pidió al otro que quedaran un día para charlar y que les acompañara su hija. Trataba de mostrar así a ésta que "había hecho muy mal pegando a otra persona, que se arrepentía y, sobre todo, que con el diálogo se puede resolver todo", apunta Romera.
El Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, hizo ayer balance de los siete meses que lleva funcionando el servicio en Barakaldo y los dos en Vitoria. La mediación penal, consiste en que una tercera persona, experta y neutral, trata de convencer a víctima e infractor de que hablando pueden resolver sus problemas, sin necesidad de enfrentarse a la maquinaria judicial en toda su dimensión. No todos los casos son susceptibles de este servicio (entre ellos, atentados contra funcionarios, tráfico de drogas o asesinatos), pero sí muchas faltas y delitos menos graves, desde agresiones y amenazas hasta lesiones. Son los jueces y fiscales los que derivan los procedimientos al servicio cuando atisban que la función del mediador puede resultar más efectiva. Los más indicados son aquellos en los que hay previamente un reconocimiento de los hechos por parte del infractor y en los que existe una relación (familiar, vecinal, laboral) que es preciso recomponer. Hasta un 78% de los arbitrajes desarrollados el pasado año en los juzgados de Barakaldo han terminado en acuerdo.
¿Ventajas? La víctima siente la proximidad de la justicia, se siente una parte activa del proceso y no un mero testigo, cualificado, pero testigo al cabo. Además, se ahorra el trauma de pasar por la vista oral y de enfrentarse a jueces, fiscales y abogados. Y en cuanto al infractor, el reconocimiento de los hechos y el resarcimiento a la víctima sirve como atenuante y le reduce la pena final en los casos de delito.
Los servicios de mediación
- Barakaldo. De los 67 casos derivados por los juzgados, 18 se encuentran todavía en proceso. De los 49 ya cerrados, 16 no se pudieron iniciar porque los imputados no quisieron. Los otros 33 expedientes conllevaron 37 mediaciones, que afectaron a 127 personas.
- Estos 33 expedientes suponían un total de 106 hechos delictivos. En el 60% de los casos existía una relación previa, familiar, de amistad o laboral entre los implicados. Un total de 29 de las 37 mediaciones terminaron en un acuerdo (un 78% de las iniciadas).
- Vitoria. Se han cerrado 14 de los 47 expedientes enviados por los juzgados. De ellos, 12 lo fueron con acuerdo. Se han producido 27 mediaciones y se han atendido a 62 personas. En la mayor parte de los casos, existía relación previa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.