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Bruselas multará a Repsol por pactar el precio de la cera

La petrolera, bajo la presidencia de Alfonso Cortina, participó en un cartel

Miguel Jiménez

La cera con que se fabrican las velas o con la que los esquiadores y surfistas engrasan sus tablas ha sido más cara durante años por culpa de que los grandes fabricantes mundiales formaron un cartel para repartirse el mercado y pactar los precios. La comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, prepara una multa millonaria contra esas empresas, entre las que se encuentra Repsol. La empresa española participó en el cartel hasta 2003, bajo el mandato del anterior presidente, Alfonso Cortina, aunque ha provisionado ya en sus cuentas de 2007 la futura multa. La francesa Total, la italiana ENI, la surafricana Sasol y la alemana Hansen & Rosenthal estaban entre los participantes en el cartel, según diversas fuentes con información sobre el expediente.

La empresa admite su culpa y está pidiendo medidas de clemencia

La parafina es un hidrocarburo derivado del petróleo. Su cera se utiliza sobre todo para fabricar las velas, pero tiene otras múltiples aplicaciones. En la industria alimentaria se usa como envoltorio (por ejemplo, del queso Edam), sirve de aislante, de impermeabilizador y es útil en termostatos. También se fabrican con parafina lápices de cera y adhesivos e incluso la masticamos como aditivo en algunos chicles.

En el mercado de parafina hay pocos fabricantes. Los principales formaron un cartel para pactar los precios, elevarlos, repartirse el mercado e intercambiar secretos comerciales tales como la capacidad de producción y los volúmenes de ventas, según el relato de los cargos que hace ENI en su recién publicado informe anual. Representantes de las compañías se reunieron cada año durante una década y falseaban la competencia.

En 2005, las autoridades comunitarias frenaron la fusión del negocio de parafina de Total y Sasol por problemas de competencia. Su investigación en profundidad sobre el sector ha descubierto que ha funcionado como un cartel durante años, al menos hasta 2003.

Repsol YPF desveló que es parte del expediente en su memoria anual, remitida el viernes por la tarde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. "La Comisión Europea sigue procedimiento administrativo sancionador contra diversas sociedades del grupo Repsol YPF por acuerdos y prácticas concertadas en el mercado de las parafinas. Ha sido notificado pliego de cargos y celebrada audiencia en diciembre de 2007", dice la memoria.

Fuentes de la empresa explican que Repsol ha cooperado plenamente con la investigación (que ha supuesto inspecciones e interrogatorios) y ha reconocido su participación en el cartel a través de una filial. Quizá haya facilitado esa asunción de culpa que los hechos se produjesen antes de la llegada de la actual cúpula directiva de la petrolera, presidida por Antonio Brufau, ya que todo lo investigado se remonta a la presidencia de Alfonso Cortina.

Al admitir su responsabilidad, Repsol trata de beneficiarse de medidas de clemencia que pueden suponer un descuento de hasta el 30% en la multa. La petrolera ha provisionado 40 millones de euros para cubrir la posible sanción. El año pasado, la Comisión Europea multó a Repsol con 80 millones de euros (y a su rival Cepsa con otros 84 millones) por un cartel del asfalto.

Neelie Kroes, comisaria europea de la Competencia, en febrero pasado.
Neelie Kroes, comisaria europea de la Competencia, en febrero pasado.AP

Litigios en Latinoamérica

El de la parafina no es el único litigio de Repsol. La memoria desvela que los problemas de suministro de gas a Chile vuelven a ser causa de reclamaciones y arbitrajes. El más avanzado es el de Innergy, que reclama unos 60 millones. Electroandina y Edelnor también reclaman compensaciones, mientras que YPF alega causas de fuerza mayor por las limitaciones a la exportación.

En octubre de 2007, además, Argentina ha incoado a Repsol un procedimiento administrativo sumario por falta de repatriación del 70% de las divisas de determinadas exportaciones de hidrocarburos del año 2002, en pleno marasmo de la normativa cambiaria por el llamado corralito.

En Ecuador, donde Repsol renegocia los contratos, la petrolera española está inmersa en un conflicto directo con la petrolera estatal Petroecuador en relación con una disputa sobre un bloque concreto. Petroecuador ignoró el método de resolución de disputas pactado y exigió a Repsol 2,5 millones de barriles. El caso llegó a la Corte Suprema, que dio la razón a la empresa estatal, la cual ha pasado a Repsol una factura de 130 millones en febrero pasado. Repsol estudia iniciar un arbitraje internacional.

Litigios al margen, la memoria de Repsol también desvela que la petrolera planea vender este año sus activos de generación eléctrica en Venezuela, valorados en unos 80 millones. La petrolera los ha clasificado como activos disponibles para la venta.

Según Repsol, eso quiere decir no sólo que el activo está disponible para la venta inmediata en su estado actual, sino también que "la venta es altamente probable" y que "previsiblemente se completará" este año.

Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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