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Reportaje:

Prohibido regar las flores

El sector de la planta de adorno se siente discriminado por el decreto de sequía

La sequía también ha llegado al sector de la planta ornamental. Rosas, orquídeas y claveles necesitan poca agua y los empresarios utilizan agua de pozo no potable para regarlas: la producción está asegurada. ¿El problema? "El consumidor es reacio a comprar plantas: piensa que no las podrá regar", lamenta Albert Clavera, miembro de la Confederación de Horticultura Ornamental de Cataluña (CHOC), que agrupa a payeses, vendedores y empresarios del sector.

La falta de agua no complica la producción de los invernaderos en los que crece este tipo de plantas. En la comarca del Maresme, donde se sitúa la mayoría de la producción catalana, las lluvias de las últimas semanas han llenado los pozos de agua de los que se abastecen los productores de flores. "La media de lluvias de marzo ha sido similar a la de otros años, y esto ha permitido que los depósitos se llenen", asevera Joaquim Serra, meteorólogo del Consejo Comarcal del Maresme. Sólo en casos "excepcionales" las empresas de plantas ornamentales usan agua apta para el uso humano, siempre teniendo en cuenta que dicho consumo esté garantizado. Lo que asusta a la CHOC es un descenso de la demanda motivado por la "criminalización" a que, en su opinión, les somete el decreto de sequía.

Los cultivos de planta ornamental no están afectados por la falta de agua
Los productores prevén pérdidas de 350 millones por el descenso de ventas

El nivel de excepcionalidad 2, en el que se encuentra la cuenca Ter-Llobregat en estos momentos, establece la "prohibición de riego con agua apta para el consumo humano de jardines, prados, huertos, zonas verdes y deportivas, de carácter público o privado". Esta norma afecta también a las plantas de terrazas y balcones. La norma no incluye a los productores del Maresme, puesto que se abastecen de pozos. Pese a que la legislación alude directamente al agua apta para el consumo, la CHOC considera que el decreto debería reescribirse "en positivo, aclarando qué agua se puede usar. El principal problema es que la Generalitat no nos considera un sector económico. Los túneles de lavado se respetan, pero no el riego de jardines", lamenta Clavera, que asegura no querer entrar en una guerra de sectores.

Payeses, empresarios y vendedores hacen frente común para ser considerados una área económica y no sólo un sector agrario, hecho que acarrearía, según la CHOC, una mayor consideración por parte de la Administración. El sector calcula unas pérdidas de 350 millones de euros con el descenso de consumo, teniendo en cuenta que de marzo a junio se concentra el 50% de las ventas. Genís Vinyals, del sindicato Unió de Pagesos, se esfuerza en concienciar al consumidor: "Se puede regar en casa con muy poco; una taza de café llena de agua cada tres días fortalece la planta".

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El ahorro de agua se lo aplican todos los productores. En la empresa CORSA, dirigida por Clavera, se utilizan dos sistemas. El riego por inmersión, por un lado, consiste en sumergir las macetas durante unos minutos para que absorban agua; el líquido sobrante se utiliza para nuevos riegos. El sistema de goteo, por otro lado, aplica en la planta una cantidad mínima de agua, aunque constante.

Con estos sistemas de ahorro, la producción está asegurada sin utilizar agua potable, pero el comprador de la planta ornamental no la podrá regar; de ahí la previsíón de pérdidas.

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